En un momento en el que la interdependencia entre lo local y lo global es cada vez más evidente, apostamos por una cooperación fruto de la solidaridad de pueblos y ciudades y presente en nuestros entornos cercanos.
Consulta dos informes claves: Informe de Ayuda Oficial al Desarrollo autonómica 2023 e Informe de ejecución sobre la Ayuda Oficial al Desarrollo autonómica (datos de 2018-2019).
Desde su nacimiento, en los años 70 y 80, la cooperación autonómica y local ha estado a la cabeza de las principales movilizaciones en defensa de la justicia y solidaridad, y se ha consolidado como una de las piezas claves de la implicación ciudadana en la cooperación para el desarrollo desde el ámbito local.
Esta política pública, de referencia mundial, surgió en gran medida como una demanda de la propia ciudadanía que acampó en muchas de nuestras ciudades reclamando el 0,7%.
Más de 30 años después, urge fortalecer actuaciones que respondan a una realidad compleja y generen transformaciones locales y globales reales. En este sentido, la cooperación local y autonómica tiene un papel imprescindible.
El bienestar y desarrollo de los países están interrelacionados.
Las decisiones en el ámbito local tienen repercusión a escala global y viceversa
Cooperación autonómica
El compromiso de las comunidades autónomas con la justicia y la solidaridad internacionales se refleja en sus Estatutos de Autonomía. Todos ellos recogen entre sus competencias la cooperación internacional. Para hacer efectivo este compromiso, las comunidades han aprobado leyes que lo regulan, han desarrollado estructuras de gestión, programas, estrategias y espacios de participación que, a lo largo de los años, han ido tejiendo la política de cooperación en cada territorio.
Cooperación local
Los gobiernos locales juegan un papel insustituible en la cooperación internacional. Su cercanía a la ciudadanía les otorga un rol único en la provisión de servicios, en la garantía de derechos, en la articulación de procesos de participación ciudadana, y en la construcción de una ciudadanía global, activa, crítica y solidaria. Una ciudadanía que, por su parte, viene demostrado su compromiso con la justicia en el entorno más cercano y más allá de nuestras fronteras.