Hacemos un llamado a los Estados para que respalden de manera decidida una verdadera incluyente en todos los foros y ámbitos para proteger y garantizar todos los derechos humanos de todas las personas. No podemos dar pasos atrás, los compromisos que contiene la Declaración deben ser cumplidos.
Para las personas y grupos que enfrentan múltiples discriminaciones, los principios fundamentales de la Declaración son aún una promesa por cumplir. El auge de las tendencias antiderechos, antigénero, sexistas, racistas, capacitistas, homofóbicas, transfóbicas, xenófobas, antisemitas, islamofóbicas, antiinmigrantes… amenazan los avances logrados por los movimientos feministas, por la comunidad LGTBIQ+, por los colectivos racializados y migrantes, por las organizaciones que trabajan por la justicia social.
Alertamos: 75 años de una Declaración que debe ser cumplida de manera universal, en ningún caso debe retroceder.