El pasado mes de junio, Guatemala celebró elecciones a la presidencia del gobierno. El partido Movimiento Semilla alcanzó el segundo puesto con un amplio margen; esto le dio el derecho de pasar a segunda ronda electoral. Pocos días después, la Corte Constitucional suspendió provisionalmente los resultados. Esta medida, sin precedentes, generó una fuerte respuesta social y presiones internacionales unánimes. El recuento de votos confirmó los resultado que, finalmente, fueron reconocidos el 12 de julio. A pesar de ello, ese mismo día, un juez suspendió la personalidad jurídica del Movimiento Semilla. El Tribunal Supremo Electoral y la Corte Constitucional de Guatemala revocaron esta decisión. Pese a ello, se han producido allanamientos policiales a las oficinas de este partido en un claro ejercicio de intimidación política.
La democracia debe ser garantizada
Hacemos un llamado a que se celebre con normalidad la segunda vuelta con todos los partidos que se ganaron en las urnas su derecho en la primera vuelta, incluidos la Unidad Nacional de la Esperanza y el Movimiento Semilla. También llamamos a que las personas electas como diputadas puedan asumir sus puestos con normalidad.
Reclamamos que la diplomacia española, en el marco de su Presidencia del Consejo de la UE, y la diplomacia europea presten máxima atención al desarrollo de los acontecimientos; deben aplicar todas las medidas en su mano para velar por la transparencia y las garantías de la segunda vuelta de los comicios presidenciales en Guatemala. Los estándares democráticos deben ser garantizados. Bajo ningún concepto puede reconocerse un proceso electoral que quiera eliminar a cualquiera de las legítimas candidaturas.