Combatir la emergencia climática, proteger la biodiversidad, redefinir los modelos de producción y consumo y construir sociedades más justas son asuntos pendientes que la Presidencia Española debería priorizar durante su mandato. Durante el evento «Por una transición justa: vincular la acción por el clima y la justicia social en Europa», insistimos en la importancia de que todas las políticas que se adopten en el seno de la UE sean respetuosas con los límites planetarios y la sostenibilidad de la vida.
No podemos postergar más la adopción de decisiones políticas y económicas que contribuyan a alcanzar la neutralidad climática, un futuro digital inclusivo y respetuoso con los derechos humanos y una economía social y solidaria. Lo que llamamos la triple transición justa -ecológica, socioeconómica y digital-. “Abordar esa transición solo es posible si se hace desde un enfoque de coherencia de políticas, asumiendo la estrecha correlación entre las políticas domésticas, en este caso las europeas, y su repercusión en el resto del mundo”, resalta José Luis Postigo, miembro de la Junta de Gobierno de La Coordinadora.
Ya nadie puede cuestionar que los países que menos contribuyen a la emergencia climática son, mayoritariamente, los que más afectados se ven por sus consecuencias. O que existe una crisis global del agua y una gestión desigual e insostenible de los recursos naturales. Resulta urgente revisar el modelo de consumo europeo y los marcos que definen los acuerdos comerciales con otras regiones, en particular con el Sur Global. Más allá de los intereses comerciales o beneficios empresariales, es el momento de redefinir el actual modelo y promover una agenda europea más sostenible y justa que pueda trasladarse al resto del mundo. Cabe destacar que no hay transición justa posible si no se aborda desde una mirada feminista y decolonial que tenga en cuenta los impactos diferenciales y de género de las políticas públicas.
En este sentido, algunas de las medidas que proponemos a la Presidencia Española son: adoptar una Directiva de Debida Diligencia que garantice el respeto del medioambiente y de los derechos humanos por parte de todas las empresas y sectores sin excepciones y en todo el mundo; cumplir con los compromisos fijados en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y promover nuevos modelos de producción y consumo compatibles con el funcionamiento de los sistemas ecológicos que sustentan la vida.
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