El pasado 11 de mayo REDES fue invitada por Confer, la Conferencia de Religiosos de España, que agrupa a más de 400 congregaciones católicas, para presentar la nueva Ley de Cooperación en una jornada con más de 80 personas de los equipos administrativos de las distintas congregaciones. José Manuel Moreno, de Entreculturas, fue el encargado de esta presentación, dado que Entreculturas ha participado activamente en el proceso de esta ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global.

 

En la presentación, el secretario técnico de REDES Gonzalo Violero, destacó que la cooperación internacional es más que los proyectos que se financian desde las ong de la Iglesia, incorporando la Educación para la Ciudadanía Global, el Voluntariado Internacional o la Incidencia Política. Dentro de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, que ha impulsado el proceso de esta nueva ley, participan diversas ONG eclesiales, como Entreculturas y Cáritas (ahora en la Junta Directiva), Manos Unidas, Justicia y Paz, Misiones Salesianas, SED, Proyde, Proclade, FISC, Juan Ciudad, Pueblos Hermanos o la propia REDES.

 

José Manuel destacó que esta ley sucede a la anterior después de 25 años, tiempo largo en el que la situación global ha cambiado enormemente. Además de superarse el concepto tradicional en el que el Norte rico envía recursos al Sur pobre, para pasar a un escenario en el que los distintos países intercambian bienes y conocimientos y se promueven alianzas globales para el desarrllo en un escenario de interdependencia. El propio concepto de desarrollo ha sufrido una profunda revisión, reconociendose que el modelo tradicional no es sostenible y no puede ser promovido como solución a los problemas de los países. Con esta nueva Ley de Cooperación la política de Cooperación pasa al centro de la política exterior, y la Agenda 2030 nos ayuda a interconectar las distintas agendas globales (migraciones, ecologismo, feminismos, derechos humanos…). Esta ley ha logrado un consenso de práctica unanimidad en el Parlamento, que es de destacar en tiempos de gran división partidista.

 

La nueva ley recoge por primera vez como compromiso para 2030 la antigua reivindicación del 0,7% del PIB para cooperación al desarrollo; impulsa el papel de la Educación para la Ciudadanía Global, en la que las organizaciones eclesiales tenemos un papel muy relevante dada nuestra vocación educativa, como parte irrenunciable de la Cooperación al Desarrollo; refuerza el papel de la cooperación descentralizada, la que ejercen las administraciones autonómicas y locales, como exitosa peculiaridad de la cooperación española; reconoce igualmente el papel del voluntariado internacional de larga duración en la Cooperación. Este último punto generó interés especial en el auditorio, ya que se establecerá un registro de organizaciones de voluntariado internacional que participan en la Cooperación Internacional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.