Con la asistencia de 75 organizaciones, la Asamblea General de La Coordinadora ha reunido a sus organizaciones en una jornada de trabajo y reflexión conjuntas. En un contexto marcado por múltiples crisis globales, en el que la miseria y el hambre aumentan, en el que millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, en el que se reduce el espacio para la participación ciudadana, se persigue a quienes defienden los derechos humanos, aumentan los feminicidios o el maltrato del planeta… En un contexto de tales características, cooperar es una salida urgente que debe ser garantizada por los Estados.
Las organizaciones reunidas en asamblea, conscientes también de un contexto nacional marcado por las elecciones autonómicas y locales, han recordado la necesidad de fortalecer esta política pública en nuestros pueblos, ciudades y comunidades autónomas. Han recordado también que la nueva Ley de Cooperación, aprobada recientemente en el Congreso casi por unanimidad, marca el camino: presupuestos ambiciosos o garantía del enfoque feminista, ecologista y de derechos humanos, son algunas de sus elementos esenciales.
La resolución aprobada por unanimidad, lo deja claro: la cooperación es una política fundamental en un contexto tan complejo como el que vivimos.
Una cooperación más fuerte y mejor estructurada favorece el desarrollo organizativo en nuestros pueblos y ciudades, fomenta la generación de redes y conductas más cooperativas, el sentimiento de responsabilidad global, la reducción de sentimientos de odios, el crecimiento del voluntariado, oportunidades laborales dignificadoras, etc.
Fragmento de la Resolución de la XLI Asamblea de La Coordinadora.
Una cooperación descentralizada fortalecida y a la altura
La contribución de la cooperación descentralizada a la defensa de los derechos humanos y a la construcción de entornos en los que se garanticen vidas dignas de ser vividas es indudable. Las ONGD de La Coordinadora han aprobado una resolución en la que recuerdan ciertas cuestiones que son cruciales para garantizar que esta política pública responde a los retos globales actuales:
Presupuestos ambiciosos y con un compromiso de cumplimiento del 0,7%.
Reducción de la burocracia en la gestión y ejecución de los fondos.
Fomento de la educación para la ciudadanía global como un elemento clave.
Garantía de coherencia entre políticas de manera que todas ellas garanticen los derechos humanos y protejan el planeta.
Habilitación de canales de participación para las ONG de Desarrollo.
Creación de instrumentos de apoyo a las ONGD, garantizando su diversidad.
Creación de instrumentos de apoyo a defensoras y defensores de derechos humanos.
Apoyo a la formación profesional de quienes se dedican a la cooperación.
Elección de nuevos cargos
La Asamblea ha servido también para cerrar el mandato de algunas personas y dar la bienvenida a otras que formarán a partir de ahora la Junta de Gobierno de La Coordinadora.
Despedimos (aunque solo de la Junta de Gobierno, no del trabajo colectivo) a:
Ana Fernández Moya (InteRed).
Clarisa Giamello (Educo).
Felipe Noya Álvarez (Médicos del Mundo).
Graciela Rico Pérez (Cáritas Española)
Damos la bienvenida a:
Rosaria Arbore (EDUCO)
Olga García (InteRed)
Penélope Berlamas (Movimiento por la Paz – MPDL)
Sandra Ferrer (Plan Internacional)
Ana Cristina García (Cáritas Española)
Además, se incorporan como socia la ONG Novact y como entidad asociada SEDRA. Bienvenidas.
Si algo ha quedado claro en la jornada es que, en un contexto complejo como el que vivimos, es hora de cooperar. A lo largo de todo el año, La Coordinadora y sus organizaciones trabajarán colectivamente en la defensa de esta política pública que no es otra cosa que la manifestación de la solidaridad entre los pueblos.