Bolivia es un país marcado por la pobreza y el analfabetismo, donde un 19% de la población vive con menos de un dólar al día y el 10% de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir, siendo las áreas rurales las más desfavorecidas.
CODESPA trabaja por encontrar soluciones a la pobreza en el territorio desde hace 30 años, cuyo contexto se ha visto agravado los últimos años debido a la crisis de la COVID-19. En 2021 CODESPA puso en marcha un proyecto en las ciudades de La Paz y El Alto que apoya a jóvenes, mujeres y personas con discapacidad, colectivos especialmente vulnerables frente a este escenario, con el objetivo de promover el acceso al empleo y el emprendimiento. Un alto porcentaje de éstos sufren frecuentemente maltrato social y explotación laboral. Además, su escasa formación no les permite defender sus derechos tanto sociales como laborales. De ahí que el proyecto se centre principalmente en apoyar a este colectivo.
El proyecto, que es financiado por el Ayuntamiento de Madrid y tiene como principal aliado local a la fundación Ser Familia, apoya a 250 jóvenes en su proceso de búsqueda de empleo mejorando la gestión y la oferta de programas públicos municipales que fomenten la capacitación e inserción laboral y el emprendimiento.
En base a su experiencia, CODESPA siempre busca el soporte de las empresas e instituciones locales, programas gubernamentales e institutos técnicos. Apoyando a las empresas público-privadas para que mejoren su actividad comercial y productiva se crea en el mercado la necesidad de cubrir más puestos de trabajo, lo que genera un mercado laboral con empleos estables, mejores ingresos y el cumplimiento pleno de los derechos humanos y laborales.
Formación como base de futuro
Los procesos formativos que se han generado han sido adaptados a las necesidades del mercado. Para conocerlas, se ha elaborado un estudio que indagaba sobre sus características principales y las acciones más importantes para mejorar los procesos, el incremento de la productividad y la mejora de la inserción laboral. Los trabajos más demandados en la actualidad están relacionados principalmente con el turismo (hostelería, restauración, artesanía). Las formaciones que han resultado de estas necesidades son Atención al cliente, Auxiliar de cocina, y Asesores de microcrédito y cajas. Posteriormente, se realizó una convocatoria a jóvenes en institutos técnicos y otros centros formativos para la selección de los destinatarios finales según sus intereses y aspiraciones.
Además, se ha capacitado a más de 1.000 jóvenes en el ejercicio de sus derechos económicos, sociales y culturales. Esta formación ha conseguido generar la curiosidad y el interés por el autoconocimiento, la forma de comunicarse y la toma de decisiones, entre otros. Se han incluido foros de debate durante todo el proceso para lograr una mayor interacción entre ellos y el medio en el que se desenvuelven.
Emprendimientos circulares
El hecho de que gran parte de la economía de Bolivia sea informal y que exista poca industrialización, ha permitido el surgimiento, crecimiento y desarrollo de microempresas comerciales y de servicios que reciben el apoyo financiero de distintas entidades de microcrédito.
Los emprendimientos que se han identificado están relacionados con las nuevas economías (sostenibilidad, reciclaje…) y se fortalecerán a través de procesos de aceleración y mentoría. El objetivo de este punto es encontrar mentores que trabajen con ellos su idea de negocio y logren ampliar sus conocimientos para lograr su éxito. Destacan los emprendimientos de producción de ladrillos ecológicos o calentadores solares hechos con botellas de plástico.
El fin último del proyecto es la mejora de la calidad de vida de estos jóvenes, a través de la gestión, políticas y la oferta de programas públicos a favor del empleo y emprendimientos, con enfoque de género e inclusivo, desarrollando acciones que faciliten la accesibilidad a servicios formativos y microfinancieros para generar trabajo y riqueza en las comunidades.
La formación es una alternativa de futuro para estas personas, para que puedan obtener una fuente de ingresos sostenible.
Varios jóvenes presentan sus creaciones culinarias durante uno de los talleres gastronómicos de Auxiliar de cocina.
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Mari Luz Taco Quenta, de 19 años, en su lugar de trabajo, una empresa importadora de plásticos, donde desarrolla las funciones de registro, cobro, control de inventario, y atención al cliente.
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