La fotografía es nítida: ninguna de las comunidades autónomas alcanza el compromiso de destinar el 0,7% a la política pública de cooperación. Y no lo alcanzan en un contexto mundial en el que múltiples y complejas crisis están golpeando a millones de personas que ya vivían situaciones extremas y en el que, por tanto, la cooperación es esencial.

Si analizamos los datos con respecto al año pasado, hay dos comunidades que destacan: la Comunitat Valenciana, que aumenta un 90% su presupuesto; y Canarias, que sube los fondos un 115% (cabe destacar que, en este caso, el punto de partida era extremadamente reducido: un 0,02%). Entre los descensos más significativos se encuentran Andalucía y Castilla y León, con bajadas de más de un 30 y 40% respectivamente. 

El informe ofrece información detallada por cada una de las comunidades autónomas y recuerda la relevancia de la cooperación descentralizada: una seña de identidad de nuestro país, reflejo del compromiso ciudadano con la solidaridad.

¿Qué es la cooperación descentralizada?

Es aquella que realizan los gobiernos autonómicos y entes locales como diputaciones, ayuntamientos y mancomunidades. Este informe solo analiza los datos relativos a las comunidades autónomas.

Recomendaciones

La política de cooperación internacional es imprescindible en este momento. La situación ha demostrado que los sistemas de protección y los mecanismos de resiliencia son fundamentales para superar las múltiples crisis globales que sufrimos. Es urgente apostar por la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible, y por un enfoque ecologista y feminista que den respuesta a los complejos retos que enfrentamos.

El informe apunta recomendaciones para fortalecer la cooperación desde las autonomías: 

1. Fortalecer el compromiso de AOD:

    • Aumentado de forma gradual los fondos, estableciendo un calendario creíble para cumplir el 0,7% antes de 2030. Establecer un suelo mínimo del que no se reduzca la cantidad de recursos que se destinan a cooperación.
    • Cumpliendo los pactos por la cooperación allá donde se han suscrito con las fuerzas políticas.

2. Impulsar el alineamiento de la AOD descentralizada con los principios internacionales de eficacia. Debe fortalecerse la coordinación y la complementariedad entre los distintos niveles de la administración autonómica. 

3. Reforzar el diálogo con las organizaciones de la sociedad civil, actores clave para dar las respuestas más adecuadas a las necesidades. 

    • Garantizando espacios de participación y consulta.
    • Priorizando junto a ellas líneas de actuación que respondan a las necesidades y demandas de las poblaciones con quienes trabajamos. 
    • Favoreciendo la existencia de una sociedad civil organizada, participativa y crítica como muestra de la calidad democrática.

4. Dotar a la política de cooperación descentralizada de instrumentos de planificación adecuados que mejoren la eficacia y eficiencia de los recursos. Acordar esos instrumentos con los actores implicados. 

5. Garantizar capacidades adecuadas y personal suficiente, formado y estable.

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