Hay acontecimientos que ocurren para desvelar una realidad que, aun conocida por todo el mundo, permanece en las sombras. India,  2016. Leena Sharma, una mujer de 39 años, fue  brutalmente asesinada por defender la propiedad de una tierra que le pertenecía por herencia, pero que había sido usurpada por su tío hacía décadas. El caso  dio la vuelta al mundo y sirvió para visibilizar las enormes dificultades que tienen las mujeres para acceder a la tierra, a pesar de que son ellas las que en su mayoría trabajan en la agricultura. Este hecho, sin embargo, sería solo la punta del iceberg. En las profundidades estaban latentes millones de mujeres empobrecidas y especialmente discriminadas, como las dalits, rurales o viudas. La invisibilidad de sus historias provoca que sus libertades y sus derechos sean vulnerados constantemente.

En este contexto extremadamente difícil, surgen movimientos feministas que trabajan día a día para defender a las mujeres y para transformar una sociedad arraigada en tradiciones patriarcales. Esther Beulah es presidenta de  Initiatives Women in Development (IWID); una organización aque apoya la ONGD Alboan y que trabaja como una red de asociaciones y activistas desplegada por toda la India, ha desarrollado la «agricultura colectiva»; una metodología propia que se ha convertido en la respuesta y el medio para el empoderamiento social, económico y político.

P. Se estima que más del 80% de las mujeres trabajan en India en el área agrícola y, sin embargo, tan solo son dueñas del 13% de esas tierras. ¿Cómo se puede cambiar estos datos?

R. La mayoría de las mujeres acceden a la tierra como trabajadoras agrícolas asalariadas y están involucradas en el cultivo y la producción agrícola; sin embargo, no controlan la producción ni el acceso a la tierra. Asegurar derechos equitativos a la tierra para las mujeres en la India es un desafío, ya que las desigualdades de género en el acceso y control sobre la tierra existe.

La agricultura colectiva de mujeres es la estrategia adoptada por la organización Initiatives Women in Development (IWID). Una forma de trabajar que pone en marcha en el campo junto con varias organizaciones de desarrollo en la India y tiene resultados comprobados. Las reuniones de incidencia constantes con los funcionarios del Gobierno trajeron esquemas para la agricultura grupal de mujeres. La agricultura colectiva se convirtió en la respuesta y el medio para el empoderamiento social, económico y político. Su objetivo no es solo brindar beneficios económicos, sino también combatir la discriminación, la humillación, la explotación laboral y la ruptura de los estereotipos de género. Esta estrategia refuerza, mejora y mantiene las condiciones sociales y posiciones de las mujeres frente al cambio.

La participación activa de las mujeres rurales en el proceso de gobernanza de la tierra no debe ser negociable.

 

Como consecuencia del proceso de agricultura colectiva, las mujeres están garantizando seguridad social, protección contra la violencia y el abuso, recursos compartidos y una convivencia más amable y sociable. Por lo tanto, la agricultura colectiva no es solo una propuesta simple y colaborativa, sino que es una forma concreta de lograr la libertad y el poder de las mujeres en India (poder interno, poder con, poder para).

Aparte de lo anterior, dichos actores estatales y no estatales deben desarrollar una fuerte voluntad política para erradicar las desigualdades de género en esta área. Deben participar de manera proactiva en el desarrollo de políticas que promuevan y protejan la tierra para las mujeres y la justicia de género en la gobernanza de la tierra. La participación activa de las mujeres rurales en el proceso de gobernanza de la tierra no debe ser negociable. El Estado debe garantizar la igualdad  con respecto al acceso y control de las mujeres sobre la tierra y sus recursos.

P. En 2016 Leena Sharma, una mujer de 39 años, fue  brutalmente asesinada por defender la propiedad de una tierra que le pertenecía por herencia, pero que había sido usurpada por su tío hacía décadas. ¿Se han puesto medidas para evitar que se den este tipo de agresiones o por el contrario en estos años han aumentado?

R. El caso de Leena Sharma es la punta del iceberg. La educación, el trabajo, la casta, la clase y otros factores llevaron el caso de Leena Sharma al centro de atención mediático. Muchas otras mujeres y, en particular, las problemáticas de las mujeres rurales son invisibles, no se denuncian o, si se hace, las denuncias son mínimas. La causa fundamental de la discriminación contra las mujeres en el acceso a la tierra y su control se atribuye a la masculinidad tóxica y al patriarcado generalizado expresados ​​en estereotipos de género, actitudes, establecimiento de normas… Y esta situación crea limitaciones legales, sociopolíticas y económicas para el avance de las mujeres. Sin embargo, hay un hecho constatado: cuando las mujeres se dedican a la agricultura como colectivo o como grupo, el ataque o la violencia contra las mujeres es mucho menor.

La agricultura colectiva de mujeres aborda claramente múltiples vulnerabilidades y amplía los beneficios socioeconómicos, culturales y políticos entre las mujeres.

 

P. ¿Cuáles son las estrategias y herramientas para acabar con las desigualdades de género y casta y terminar con  la discriminación  que sufren mujeres empobrecidas y especialmente discriminadas (dalits, rurales, viudas)?

R. Desarrollar y mantener el “poder interno”, el “poder con” y el “poder para” y abordar el “poder sobre” a través de procesos sostenidos de desarrollo de capacidades. Desde ahí podemos establecer una dirección para abordar la discriminación contra las mujeres. La agricultura colectiva de mujeres aborda claramente múltiples vulnerabilidades y amplía los beneficios socioeconómicos, culturales y políticos entre las mujeres.

P. La ONU advierte que la actual pandemia ha supuesto no sólo un aumento de la violencia de género en todo el mundo, sino también ha provocado una desigualdad de género en el acceso a la atención sanitaria. Según datos del gobierno en India, el 55% de las mujeres dicen no utilizar los servicios de sanidad públicos. ¿Qué mecanismo se tienen que poner en marcha para eliminar esta desigualdad?

R. Las mujeres y las niñas experimentaron impactos desiguales con efectos de largo alcance que se agravan aún más en el sentido de fragilidad, violencia y deterioro de su salud física y mental. La acentuación de los roles de género por una mayor necesidad de cuidados durante el confinamiento tuvo un impacto negativo en la salud mental de las mujeres, ya que eran las principales proveedoras de cuidados informales. Las mujeres experimentaron limitaciones y restricciones de movilidad durante el encierro, lo que provocó sentimientos de aislamiento y cautiverio para la mayoría de las mujeres. El sentimiento de cautiverio y aislamiento era una experiencia común para muchos, sin embargo, los grupos marginados se han visto especialmente afectados debido al empobrecimiento, las oportunidades limitadas de interacción social y la carga de diversas responsabilidades. Debido al miedo a la muerte, el estigma y otras complicaciones, las mujeres no accedían a los servicios de atención de la salud ni siquiera en situaciones de crisis por enfermedad.

El COVID sacó a la luz las realidades existentes en el sistema de salud. En años anteriores los estados decidieron reducir el presupuesto de salud y atención. La pandemia evidenció la inestabilidad en la infraestructura de salud y los servicios de atención. Por ello es importante, aumentar de manera inmediata el gasto en el sistema de salud para satisfacer la urgencia del presente y también del futuro. Junto a ello, está proteger el sustento de las personas y los esfuerzos realizados tanto por el Estado como por aquellos entes no estatales para que puedan ser sostenibles y contribuir fuertemente al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.

P.Desde Initiatives Women in Development se trabaja en la gobernanza y formación socio-política de mujeres . ¿Nos podría explicar qué son los Parlamentos Alternativos de las Mujeres y por qué son importantes para el empoderamiento de las mujeres?

R. La buena gobernanza depende de empoderar a las mujeres para que sean conscientes de su papel como portadoras de derechos, agentes de desarrollo y ciudadanas informadas. Para mejorar las políticas y los mecanismos institucionales para la prestación de servicios con perspectiva de género y aumentar la influencia de las mujeres en la gobernanza, Initiatives Women in Development organiza el Parlamento alternativo de mujeres. Este proceso reúne a mujeres agricultoras, académicas, abogadas, activistas, estudiantes, periodistas y mujeres de base para promover el pensamiento y la acción alternativos para garantizar la democracia, la rendición de cuentas, la ciudadanía inclusiva y los procesos participativos en la práctica de la gobernabilidad. Las formaciones parlamentarias de mujeres, los juegos de roles y los ejercicios construyen el espacio idóneo para estudiar y comprender los procesos parlamentarios y fortalecer las capacidades políticas de las mujeres. En nuestra experiencia, este proceso marcó un punto de partida para analizar críticamente los temas de preocupación de las mujeres, así como para buscar soluciones a seguir dentro del marco constitucional, promoviendo de esta manera el avance de la justicia, la paz y la igualdad de género.

 

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