Lo decíamos hace un mes y volvemos a repetirlo: la guerra en Ucrania, como todas, tendrá graves consecuencias en la vida de la población civil. Manifestamos toda nuestra solidaridad con las víctimas de los ataques de esta madrugada, y con la población civil que ahora mismo teme por sus vidas.

Llamamos a frenar la escalada militar y al cese inmediato de las hostilidades; todos los actores implicados en el conflicto deben poner freno a los ataques y posibles respuestas armadas, e iniciar de manera inmediata un proceso real de diálogo y paz que garantice el pleno cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. La garantía de los derechos humanos debe ser plenamente asegurada, así como la protección de la población civil, con especial atención a la infancia, de las infraestructuras civiles, las escuelas y los hospitales.

Antes de este conflicto, la situación ya era muy preocupante con casi tres millones de personas necesitadas de apoyo humanitario.

Antes de este conflicto, la situación ya era muy preocupante con casi tres millones de personas necesitadas de apoyo humanitario. Nuestras ONG en la zona y las organizaciones locales con las que trabajamos llevan semanas mostrando su preocupación ante un desenlace como el de hoy, y ante la posibilidad de un aumento drástico de las necesidades humanitarias. En cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, debe garantizarse la asistencia que realizan las agencias de Naciones Unidas y las organizaciones que trabajan con la población local; su trabajo debe ser garantizado en condiciones de seguridad.

Hoy más que nunca recordamos que si quieres la paz tienes que construir la paz. Muchas organizaciones sociales hacen un trabajo diario de largo recorrido  orientado a identificar y denunciar las causas reales y estructurales de este tipo de conflictos, a transformarlas para prevenir su surgimiento, a promover la desmilitarización de las mentes y a fomentar la cultura de paz. Como ONG de derechos humanos, paz y acción humanitaria, exigimos ser tenidas en cuenta en la política exterior. Reivindicamos nuestro papel como sociedad civil organizada en el fomento de la paz y la convivencia; una cuestión que debe ser tenida en cuenta de manera central en cualquier solución que se plantee.

El Gobierno de Pedro Sánchez, en coherencia con su defensa de la paz y la seguridad internacional, debe dar un paso al frente y apostar claramente por el fin del conflicto.

Responsabilidad política

La comunidad internacional debe asumir su responsabilidad y contribuir a allanar el camino hacia la paz. Apelamos a la Unión Europea, en concreto a Josep Borrell como alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a que realice un ejercicio de responsabilidad y ponga freno a la deriva belicista. El Gobierno de Pedro Sánchez, en coherencia con su defensa de la paz y la seguridad internacional, debe dar un paso al frente y apostar claramente por el fin del conflicto.

La guerra es el último y terrible paso de un camino de crecientes conflictos que deben ser frenados desde su origen. Por eso, defendemos el fomento de los procesos de prevención, de convivencia y de cultura de paz. Procesos que deben ser apoyados por los Estados y las instancias internacionales y que deben contar con el protagonismo de la sociedades civiles implicadas; especialmente, las mujeres, quienes a lo largo y ancho de todo el planeta y tal como reconoce la resolución 1325 de Naciones Unidas, han demostrado su enorme contribución a la paz.

La construcción y consolidación de la paz requiere de diálogo y de mucha paciencia, es un proceso complejo y de profundas transformaciones. Los diferentes agentes implicados en el fomento de la paz deben activar mecanismos innovadores que ayuden a consolidarla. En ese sentido, las sanciones económicas han demostrado que raras veces solucionan las causas y problemas estructurales de la guerra, y que pueden agravar el sufrimiento de la sociedad civil y aumentar la vulnerabilidad de las personas frente a la pobreza y desigualdades. Por eso, para revertir esta escalada bélica, deben ofrecerse alternativas pacíficas que garanticen los derechos humanos.

Llamamos a los medios de comunicación a realizar un ejercicio activo de responsabilidad para evitar la profusión de desinformación y propaganda; deben evitar el lenguaje bélico y huir de relatos sesgados. Hacemos igualmente un llamamiento a la ciudadanía para que tenga en cuenta que estamos en plena guerra de desinformación en los medios y el ciberespacio. Pedimos que haga un consumo crítico de la información y exija que el periodismo no sea de guerra sino de búsqueda activa de la paz, y facilite información rigurosa, ética y honesta que ayude a entender lo que está ocurriendo y a empatizar con el sufrimiento causado por la guerra.

Una ciudadanía que está a la altura 

Una vez más, la sociedad española defiende la paz. En múltiples lugares de todo el territorio se convocan movilizaciones en contra de la guerra y a favor de la paz, de la vida y en solidaridad con las víctimas. Animamos a la ciudadanía a participar en las diferentes convocatorias que están surgiendo en todo el territorio. Los gobiernos tienen que volver a escuchar nuestro clamor en la defensa de la paz como el único camino. La guerra es un callejón en el que siempre se quedan encerradas las de siempre.

One Comment

Laura

Dejad las puñeteras guerras YA!!!
No solo esta, sino muchas otras que se vienen dando desde hace muchos años, como la de Siria, la de Yemen, etc, etc….YA ESTA BIEN!!!

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