Bajo el título “Placing fairness at the heart of climate ambitions (Poner la igualdad en el centro de las ambiciones climáticas) el manifiesto destaca que las pequeñas organizaciones agrícolas, que producen el 70% de la alimentación mundial, deben ser parte de la solución al cambio climático. Sus preocupaciones y propuestas deben ser escuchadas en la COP-26. Garantizar unos precios y salarios dignos y unas condiciones comerciales justas para quienes se dedican a la agricultura es un paso fundamental para avanzar en la sostenibilidad ya que los cambios en el clima perjudican sus ya bajos ingresos lo que les dificulta la inversión en modelos de producción sostenible, todo ello retroalimenta la degradación ambiental y la pobreza.

“Hasta que no se reconozca debidamente la dimensión social del cambio climático y se aborde con seriedad , apenas se avanzará en los objetivos climáticos”, señala el manifiesto.

El documento también destaca que, según el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Iniciativa de Política Climática de la ONU, menos del 2% de la financiación climática llega a las pequeñas organizaciones agrícolas. En este sentido, las organizaciones de Comercio Justo apoyan los llamamientos internacionales para que los países ricos cumplan su promesa de aportar 100.000 millones de dólares de ayuda para luchar contra el cambio climático. Además, piden que los criterios de adjudicación de los mecanismos financieros, como el Fondo Verde para el Clima, faciliten a las pequeñas organizaciones agrícolas poder acceder a ellos y puedan desarrollar sistemas productivos con menor impacto ambiental.

“No podemos esperar –y no es justo esperar- que los productores/as y trabajadores/as agrícolas absorban por sí solos todos los costes de adaptación al cambio climático. Es una cuestión de justicia climática”, apunta el manifiesto que recuerda que las poblaciones rurales son quienes menos han contribuido al cambio climático pero quienes más lo sufren.

Otra de las demandas expuestas por las organizaciones de Comercio Justo a los gobiernos y representantes reunidos en la COP-26 es la exigencia de una mayor transparencia a las grandes empresas en cuanto a sus compromisos de sostenibilidad y de garantizar medios de vida dignos a los trabajadores/as. En este aspecto, el movimiento de Comercio Justo se muestra a favor de que las grandes empresas estén obligadas a publicar su huella de carbono completa, de principio a fin de la cadena de producción. Asimismo pide a los Estados que pongan en marcha políticas públicas y medidas que favorezcan los esfuerzos positivos que hagan las empresas en este sentido.

El manifiesto reconoce la importancia de avanzar en las legislaciones llamadas de “debida diligencia” que se están desarrollando en la Unión Europea y en diferentes países que permitan penalizar a las empresas que no cumplan con las regulaciones climáticas, y que garanticen a las personas afectadas sus derechos y el acceso a recursos legales para denunciarlos.

Por último, las entidades de Comercio Justo demandan que la política comercial global, y por tanto los acuerdos comerciales entre regiones y/o países establezcan como requisitos vinculantes el cumplimiento de las normas medioambientales más estrictas y un compromiso firme con los Acuerdos de París y los Derechos Humanos.

Encuentro on-line con organizaciones productoras de Comercio Justo

El miércoles 27 de octubre a las 16:00, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo organiza un encuentro on-line para conocer, por un lado, los impactos del cambio climático en las organizaciones agrícolas de América Latina y algunas de las estrategias que llevan a cabo para combatirlo, proteger el entorno natural y evitar la pobreza de los agricultores/as. Por otro lado, se expondrán las demandas del movimiento de Comercio Justo ante la COP26.

El clima está loco. Nuestras cosechas se pierden”, así expresan las pequeñas organizaciones agrícolas los impactos del cambio climático que vienen sufriendo en los últimos años. Ante ello, la Coordinadora de América Latina y Caribe de Trabajadores-as y Productores-as de Comercio Justo (CLAC), ha puesto en marcha una estrategia para apoyar a sus más de 900 cooperativas y organizaciones productoras. De ello hablará Javier Aliaga, coordinador del programa de cambio climático de la CLAC.

Por su parte, la cooperativa azucarera de Comercio Justo Manduvirá (Paraguay) para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático está desarrollando iniciativas como elaborar compost orgánico a partir del residuo de la caña, reforestación de parcelas, cambio en los sistemas de riego, medición de la huella de carbono, etc. Ada Zárate, jefa del departamento agrícola de Manduvirá explicará algunas de estas iniciativas.

Fecha y hora: miércoles 27 de octubre, 16:00 horas.

Intervienen:

Alberto Abad, presidente de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo
Javier Aliaga, coordinador del Programa de Cambio Climático de la CLAC (Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de trabajadores-as y productores-as de Comercio Justo
Ada Zárate, jefa del departamento agrícola de la cooperativa azucarera de Comercio Justo Manduvirá (Paraguay)

Para inscribirse, escribir a: comunicacion@comerciojusto.org

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