La semana pasado CONCORD Europe presentó su informe anual AidWatch. Un estudio que analiza la cantidad y la calidad de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de la UE y sus Estados miembros. Desde que este informe nació, en 2005, la Unión Europea ha incumplido los objetivos acordados internacionalmente. En 2020, la AOD europea fue del 0,50% de la Renta Nacional Bruta. Esta cifra supuso un aumento del 0,42% con respecto a 2019. Este aumento, sin embargo, fue resultado de la contracción de la economía europea como resultado de la pandemia mundial.
Los países donantes de la UE responden de manera desigual. A pesar de la presión para recortar los presupuestos destinados a cooperación, algunos Estados incrementaron la ayuda e incluso superaron el objetivo del 0,7%. España continuó a la cola de Europa y se quedó en un 0,22%, por detrás de países como Hungría, con un 0,27%. La propuesta de presupuestos generales del Estado para 2022, recién presentada, muestra una subida en los fondos, aunque aún no alcanza el necesario 0,35% como camino converger con Europa y alcanzar el 0,5% al que se ha comprometido el Gobierno para final de legislatura.
Algunas tendencias preocupantes
CONCORD recuerda que se necesitan mayores esfuerzos para responder a los enormes impactos sociales y económicos que la pandemia ha tenido en amplias regiones del planeta. Más allá de la cantidad, es importante poner el foco en la calidad de la ayuda. El Informe AidWatch alerta sobre algunas tendencias que son preocupantes. Donantes como Francia y Alemania están optando por otorgar financiación mediante préstamos en lugar de subvenciones; se teme que otros países puedan hacer lo mismo y alimentar de esta forma la espiral de la deuda externa de países ya altamente endeudados.
También existe la preocupación de que Team Europe, la respuesta de la UE a la pandemia en los países socios, se esté quedando corta en lo que respecta al compromiso europeo de hacer que la Ayuda Oficial al Desarrollo sea eficaz e inclusiva. El enfoque carece de transparencia, la sociedad civil ha sido en gran parte excluida del proceso y la apropiación de los países socios parece escasa. Esto es preocupante especialmente si tenemos en cuenta persecución de defensores y defensoras de derechos humanos, y la reducción del espacio cívico y democrático.
Además, Team Europe ha reforzado la tendencia de los gobiernos donantes de la UE a jugar a la política con la ayuda. Por ejemplo, en los últimos años, las agendas de migración y seguridad de la UE han desviado la AOD de su objetivo central de reducir las desigualdades mediante la aplicación de condicionalidades que socavan el desarrollo sostenible y los derechos humanos. La AOD no debe ser un peón para promover los intereses a corto plazo de la UE. La implementación de Europa Global, el fondo de la UE de 79.500 millones de euros para el desarrollo mundial hasta 2027, debe garantizar un camino a seguir que responda a las necesidades reales que existen en las regiones.
Recomendaciones para España
El análisis que hemos realizado sobre la AOD española arroja la necesidad de cumplir las siguientes recomendaciones:
- Poner en marcha una reforma ambiciosa y dialogada con todos los actores.
- Asegurar que la lucha contra la pobreza y las desigualdades, la agenda feminista y ecologista, los derechos humanos y la promoción del espacio cívico y democrático son los objetivos centrales.
- Trazar una hoja de ruta para lograr el objetivo del 0,5% en 2023, como un paso hacia el objetivo del 0,7%. Asegurar que la lucha contra la pobreza y las desigualdades y la defensa de los derechos humanos, la sostenibilidad y la eficacia son el enfoque principal de la cooperación financiera.
- El nuevo marco de relación con las ONGD debe tener en cuenta los diversos roles de la sociedad civil, aumentar el protagonismo y apoyo a las organizaciones de la sociedad civil en el Sur Global; y aliviar el exceso de burocracia.
- Avanzar en el mecanismo de coherencia de políticas para el desarrollo sostenible en el marco de la Agenda 2030 que gestione los impactos globales y la adopción de medidas concretas: soluciones a la crisis de la deuda global, prohibición de venta de armas a países en conflicto, cumplimiento de los derechos humanos y respeto al medio ambiente por parte de las empresas, aumento de la ambición climática, adopción de cláusulas sociales y ambientales obligatorias en los acuerdos comerciales.
Durante casi dos décadas, el informe AidWatch ha pedido a la UE y a sus estados aumenten los esfuerzos para cumplir sus propios objetivos de AOD; en los últimos años también ha demandado el cumplimiento de la Agenda 2030. La cooperación es una expresión esencial de solidaridad, pero también de responsabilidad ante problemas globales que nos afectan como humanidad. Se trata de garantizar derechos humanos, no de juegos políticos.