Aún bajo la sombra de la pandemia, los líderes políticos mundiales que participarán en la Asamblea General de este año pondrán su acento en asuntos como la salud, examinando la vacunación contra el COVID-19 mundial; la forma en que comemos, diseñando la reforma de nuestros sistemas alimentarios; y nuestro consumo energético, buscando cómo generar una energía limpia que nos permita mitigar el cambio climático.

La Coordinadora de Organiaciones para el Desarrollo, quiere aprovechar este momento clave para enviar una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y recordarle que es crucial  «impulsar iniciativas transformadoras que amplíen los derechos de todas las personas y de las futuras generaciones».

La pandemia nos ha abierto los ojos y ha demostrado que nuestra resiliencia como sociedad está asociada a un entorno global ambientalmente sostenible, facilitador de la democracia, con garantías de derechos y de prosperidad compartida. Se abre una agenda de oportunidades en la que gobiernos como el de España pueden tomar un liderazgo. En este sentido, le pedimos que el Gobierno pueda anunciar una serie de compromisos sustantivosque impulsen la responsabilidad que tenemos como país con la justicia y sostenibilidad global y los derechos humanos:

  • Escuchar la petición firmada por más de 2,7 millones de personas de todo el mundo para un acceso universal y equitativo a las vacunas contra la COVID-19. 
  • Destinar a los países en desarrollo al menos la mitad de los 11.000 millones de euros de los derechos de giro asignados a España para atender las peores consecuencias sociales de la pandemia, reforzar los sistemas públicos de salud y servicios sociales básicos e impulsar una recuperación sostenible e inclusiva.
  • Comprometerse con la justicia fiscal y defender en la cumbre de Roma del G20 del próximo octubre un nivel de fiscalidad de las grandes corporaciones de al menos un 21%.
  • Tras la alerta del último informe del IPCC9y en la perspectiva de la COP 26 de Glasgow, España debe aumentar la ambición con una reducción de emisiones del 55% para 2030, situarse en la ruta del compromiso adoptado en el acuerdo de París.
  • Fortalecer alianzas internacionales para la defensa de la Amazonía y en general de todas las zonas selváticas y ecosistemas emblemáticos en peligro, garantizando derechos territoriales de la población indígena que las habita y preservando su valor ecológico frente al cambio climático, la biodiversidad y su función de reservorios de microorganismos.
  • Asumir de manera responsable y solidaria la acogida de las personas solicitantes de protección internacional mediante la promoción de vías legales y seguras.

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