En septiembre de 2020 el secretario general de la ONU declaró “la humanidad está librando una guerra contra la naturaleza, y necesitamos reconstruir nuestra relación con ella”. La emergencia ambiental y climática que vivimos es resultado de la superación de los límites biofísicos del planeta y su principal causa la encontramos en el modelo de producción y consumo, el modelo energético y en las cadenas globales de abastecimiento.

Cuando el agua estornuda, la tierra se enferma y viceversa. Cada año se pierden 13 millones de hectáreas de bosques, mientras que la degradación de las tierras secas ha llevado a la desertificación de 3.600 millones de hectáreas, afectando a la pérdida de biodiversidad y a las condiciones de vida de las poblaciones más pobres. También los océanos son víctimas de la superación de los límites. Absorben aproximadamente un 30% del dióxido de carbono, lo que es un importante freno al cambio climático. Sin embargo, esto está provocando la acidificación y destrucción de los ecosistemas marinos. Además, hasta un 40% de la superficie marina está afectada por la contaminación, las pesquerías se encuentran agotadas y los hábitats costeros están desapareciendo.

La biodiversidad, suelos y el clima están en riesgo de colapso. Ejemplo de ello es el caso de la Amazonia que está llegando al denominado “punto de no retorno” por causa de los incendios, la deforestación, el tráfico de tierras y las amenazas a los líderes indígenas y campesinos. Detrás está el abastecimiento de los mercados de minerales, carne y soja – España es el segundo importador europeo de la soja brasileña -, etc. Esta es la razón por la que organizaciones sociales y ambientales alertan de los potenciales impactos del Acuerdo comercial UE Mercosur.

Otro ejemplo, es el agotamiento de los recursos marinos. Cerca de España tenemos el caso de Senegal, el primer acuerdo pesquero realizado con la UE. Los pescadores senegaleses han visto en las últimas décadas como barcos mucho más modernos y potentes hacían capturas masivas y esquilmaban los abundantes caladeros que les alimentaban. Desde hace unas dos décadas, los jóvenes de las zonas costeras de Senegal afirman que los problemas relacionados con la sobrepesca y la falta de oportunidades es lo que les obliga a emigrar a Europa. Según Greenpeace la industria pesquera está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de 40 millones de personas en África Occidental. A nivel mundial más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera.

Los retos del desarrollo están intrínsecamente entrelazados a los desafíos ambientales que enfrentamos como sociedades. La disociación entre el ser humano y la naturaleza es una de las herencias más nefastas de la cultura occidental, prevalece en la noción predominante de desarrollo. Como respuesta, el ecologismo social moderno ha tenido la virtud de impulsar una visión de integración del ser humano en la naturaleza desde la equidad. Decía Chico Mendes: “la ecología sin lucha social es simplemente jardinería“. Ha impulsado una agenda de alternativas desde lo local. Ha incorporado las claves ecofeministas y de la diversidad que ponen en valor el papel de las mujeres y de los pueblos autóctonos en el cuidado de la vida. Ha impulsado un sentido de urgencia y justicia intergeneracional expresado por los miles de jóvenes en huelga desde 2019.

Frente a la destrucción generada por un sistema económico lineal, concentrador y cortoplacista, se abre la necesidad de revisión profunda en clave de solidaridad, localización, circularidad, renovabilidad y restauración. La Agenda 2030, como principal acuerdo multilateral para el impulso del desarrollo sostenible, en sus objetivos 14 y 15, realiza un llamamiento a la protección de ecosistemas marinos y terrestres y a cambios de las prácticas económicas que los impactan. En esta conferencia tendremos la oportunidad de analizar las causas de la degradación socioambiental y plantear alternativas desde un enfoque sistémico y transformador para que la Agenda 2030 sea algo más que un “pin”.

Contaremos para ello con dos mujeres con una amplia experiencia en defensa del medio ambiente y la biodiversidad.

Marina Silva, política, ecologista y pedagoga brasileña. Fue ministra de medioambiente en el Gobierno de Lula da Silva, de 2003 a 2008.

Anabella Rosemberg, directora internacional de programas de Greenpeace Internacional.

La moderación de la charla correrá a cargo del periodista Rafa Ruiz.

Inscripciones y más información

Programa en pdf

 


Esta actividad forma parte del Ciclo de conferencias, Transformar nuestro mundo. Propuestas para nuevos tiempos . Un  ciclo que gira  en torno de las oportunidades que existen para avanzar en la construcción de otros modelos de sociedades y las relaciones entre los pueblos. La construcción colectiva de alternativas ya es un hecho y se ha convertido en una herramienta fundamental para hacer frente a los relatos dominantes que nos imponen un único camino. Ahora, con estos encuentros, retomamos el recorrido iniciado por Diálogos 2030, para seguir tejiendo y transformando nuestro mundo.

Organizado por:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.