El derecho humano al agua y al saneamiento fue recogido en la Resolución 64/292 de la Asamblea General de Naciones Unidas, en el año 2010, un texto que lo reconoce como “esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.
No obstante, 10 años después, todavía hay 844 millones de personas que carecen de agua potable básica; y 4.200 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, sin acceso a servicios de saneamiento seguros (OMS, 2019).
Por esa razón, la Asociación Nuevos Caminos se une cada 19 de noviembre a la celebración del Día Mundial del Retrete o Día Mundial del Saneamiento. Como explica Silvia Garriga, gerente de la entidad: “Tenemos motivos para celebrar, porque este año sabemos que muchas personas por fin cuentan con un baño digno; pero también tenemos motivos para seguir reivindicando nuestro derecho, el de todas y todos, a servicios de saneamiento seguros y accesibles”.
Desde hace más de dos años, la Asociación cuenta con un programa de construcción de baños en las comunidades del Municipio de Independencia, en Bolivia. Este ha permitido que cientos de personas accedan a este recursos tan básico y esencial, participando a lo largo del proceso de construcción, así como en talleres de higiene y salud. Este proyecto ha recibido el apoyo de la Diputación de Cádiz; así como de la Fundación Bancaja y Bankia, a través de la 18ª Convocatoria Fundación Bancaja – Bankia Coopera ONG. En total, desde el inicio del proyecto, se han construido baños para más de 100 familias, 45 de ellos solo en lo que va de año.
En los municipios rurales de Bolivia, solo el 37% de la población cuenta con retretes, según el Plan Sectorial de Saneamiento Básico 2011-2015.
Y, aunque en los últimos años, desde el Ministerio de Medioambiente y Agua de Bolivia se han hecho grandes esfuerzos por mejorar la situación, todavía hay muchas personas que defecan al aire libre y no disponen de instalaciones básicas de higiene.
Esto supone un riesgo para la salud de estas poblaciones, que se ve agravado en el contexto de la pandemia por COVID-19, puesto que dificulta el lavado de manos y aumenta el riesgo de contagio de esta y otras enfermedades ligadas a la falta de higiene y la contaminación de las aguas.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 nos insta a “lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos”. Una meta justa y que cabe recordar en este Día Mundial del Retrete.
La actual crisis sanitaria no puede hacer que se deje de lado la necesidad de 4.200 millones de personas en el mundo. Facilitar el acceso a un baño digno, agua limpia y conocimientos sobre higiene será básico para controlar la pandemia de COVID-19 y preservar la salud de millones de personas en todo el mundo.