Organizaciones sociales de toda Europa lo advierten: la decisión de recortar los fondos destinados a cooperación y acción exterior en la UE debe revertirse. Las múltiples y complejas crisis que enfrentamos como humanidad exigen una apuesta firme por la corresponsabilidad y la solidaridad. La próxima década debe estar marcada por una cooperación y acción internacionales sin precedentes que garantice los derechos humanos en todo el mundo, la protección del plantea y el cumplimiento de los compromisos asumidos en la Agenda 2030.
Este llamamiento se produce ante la próxima ronda de negociaciones sobre el Marco Financiero Plurianual 2021-2027. Las negociaciones deben revisar los profundos recortes acordados por los jefes de Estado y de Gobierno el pasado mes de julio. De no ser así, se enviará una señal alarmante sobre la responsabilidad y solidaridad europeas con el resto del mundo. Supondrá, además un enorme obstáculo a la capacidad de la UE para hacer frente a las crisis mundiales que golpean especialmente a los países empobrecidos. Aún estamos a tiempo de estar a la altura y de ser coherentes con los valores fundacionales de la Unión Europea.