Nicaragua en la pandemia
Nos encontramos en un contexto de pandemia global. Prácticamente todos los gobiernos del mundo están adoptando medidas para proteger a su población. Este no es el caso en Nicaragua, donde la sociedad civil del país advierte que el gobierno se está comportando de forma negligente.
El avance de la pandemia es imparable. Por ello, el aislamiento social, la declaración de estados de alarma, y otras medidas de protección de las personas más vulnerables se están poniendo en marcha. En la región centroamericana, a fecha 2 de abril se reportan más de 2.400 casos según los datos de la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo con las estimaciones matemáticas que se han hecho en diferentes contextos, no es comprensible que las fuentes del Gobierno nicaragüense tan solo hayan reportado 2 personas contagiadas.
Según el comunicado de medidas frente al coronavirus publicado por el Ministerio de Sanidad de Nicaragua, no existe ninguna medida específica dentro de las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud, más allá de la atención y seguimiento de los casos que aparezcan. La OMS especifica medidas claras para contener y mitigar los efectos de la pandemia y proteger la vida de la población nicaragüense. Durante las últimas semanas el Gobierno, contraviniendo a todas las indicaciones dadas por las autoridades sanitarias internacionales, ha invitado a la población a realizar concentraciones públicas como manifestaciones (Amor en tiempos del Covid-19), visitas casa a casa sin las medidas de protección recomendadas e insta a que la población acuda a los centros de vacaciones para esta semana santa.
El lunes 23 de marzo la CIDH expresó a través del MESENI (Mecanismo Especial para Seguimiento en Nicaragua) que ven con profunda preocupación los efectos que el Covid-19 podría generar para los y las nicaragüenses de no tomarse medidas urgentes conforme a estándares internacionales de salud y DDHH.
Situación de vulnerabilidad de la población
Desde el estallido de la crisis sociopolítica en abril del 2018, se han cometido numerosas violaciones de derechos humanos denunciadas por organismos internacionales como la CIDH o la propia Unión Europea. La participación del gobierno en estas violaciones resulta extremadamente preocupante cuando el propio Ministerio de Salud (MINSA) negó el derecho a la sanidad y a la atención médica a las personas víctimas de los ataques de los paramilitares y de la represión gubernamental.
Esto deja a las personas del país en una doble situación de vulnerabilidad, no sólo por la negligencia gubernamental sino por el riesgo de que el MINSA niegue la atención a las personas en función de su posición con respecto al gobierno del país.
En este sentido, la comunidad internacional debería de poner el foco en la omisión de la responsabilidad del Gobierno de Nicaragua en la respuesta a la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 declarada por la Organización Mundial de la Salud. Esto es hasta tal punto grave que el gobierno está ocultando información y actuando de forma opaca hacia el conjunto de la población sobre la situación de pandemia en el país.
Incluso los medios de comunicación oficialistas se han hecho eco de discursos que estigmatizan a las personas que han fallecido producto de la enfermedad divulgando sus datos personales y patologías previas.
Recomendaciones
Como organizaciones defensoras de los derechos humanos y de la justicia social global, instamos a:
- Los Organismos internacionales de la Salud (OMS y OPS) a que mantengan un estrecho seguimiento a la implementación de las medidas recomendadas por dichas organizaciones para manejar la pandemia y el cumplimiento de las mismas en Nicaragua para que el impacto no sea mayor del esperado.
- A las organizaciones internacionales de DDHH que monitoreen las violaciones que se puedan dar y agravar en este contexto, así como a que las organizaciones internacionales de desarrollo promuevan y contribuyan a la prevención y contención de la posible expansión del contagio del covid-19.
- A los sectores empresariales en Nicaragua, tanto nacionales como internacionales, a respetar los derechos laborales y cumplir con las medidas de prevención recomendadas por los organismos internacionales, y aquellas que sean proveedoras de servicios básicos garanticen el suministro a toda la población.
- A que el Gobierno de Nicaragua se apegue a las medidas recomendadas por la OMS para garantizar la salud y la seguridad de la población nicaragüense, sin excluir a ningún grupo de personas o colectivo y reporte transparentemente sobre su gestión al respecto a la sociedad civil.