*Este artículo surge de la intervención de La Coordinadora en el Consejo de Cooperación del día 16 de diciembre de 2019.

El trabajo que hemos realizado a lo largo de 2019 nos ha llevado a múltiples y diversos espacios. Este camino lo hemos recorrido junto a organizaciones de todo tipo con quienes hemos construido propuestas para la garantía de los derechos humanos, la protección del planeta, la defensa de la igualdad de género y la democracia. En este artículo destacamos aquellas cuestiones relacionadas directamente con la política de cooperación.

Avances en 2019

Varios han sido los logros alcanzados en 2019. Apuntamos aquí cinco de ellos.

  1. Esfuerzo por reconducir la política de cooperación. Una vez que el V Plan Director fue ampliamente criticado por la mayoría de actores, se aprobó la Comunicación 2019 que incluyó algunas de nuestras reivindicaciones.
  2. Diálogo con la sociedad civil. En 2019, la sociedad civil organizada ha dejado un claro mensaje al Gobierno: la apuesta por avances radicales desde la responsabilidad es urgente. En el seno del Consejo de Cooperación hemos conseguido una interlocución fluido y constructiva; se han constituido grupos de trabajo y eso es positivo. Por otra parte, se observa un creciente interés por parte de la AECID sobre la situación de defensores y defensoras de derechos humanos. Una situación fruto del diálogo promovido por las organizaciones que se dedican a estos temas, a una campaña de los pueblos indígenas de Brasil y un acto específico en la COP25.
  3. Inicio del debate sobre la reforma del sistema de cooperación. Se creó una subcomisión específica para este tema en la Comisión de Cooperación Internacional en el Congreso. Esperamos que los nuevos diputados y diputadas inicien el camino hacia la construcción de una agenda fortalecida, con instituciones fuertes y renovadas.
  4. Recuperación del papel en la agenda multilateral y europea en el desarrollo sostenible y la cooperación. España participó en el Foro Política de Alto Nivel de la Agenda 2030 y en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde Sánchez comprometió recursos para el Fondo ODS, el Fondo Verde y el Fondo Global de Enfermedades. Por otra parte, se ha adoptado un mayor perfil en la negociación del Tratado Vinculante de empresas y derechos humanos. Otra de las cuestiones en las que se ha avanzado es una mayor ambición en la implementación de la Agenda 2030 y en la agenda climática en Europa.
  5. Definición de la arquitectura para la implementación de la Agenda 2030. En febrero se aprobó el informe de gobernanza sobre los mecanismos e instrumentos para implementar la Agenda. También se aprobó el Consejo de Desarrollo Sostenible. Debido a la situación política, esta arquitectura aún no se ha puesto en marcha; esperamos que el próximo año pueda avanzar.

Escollos en 2019

El avance en ciertas cuestiones ha venido acompañado de algunos escollos que han impedido la mejora de una política profundamente debilitada. Este año conocimos las cifras de 2018 la Ayuda Oficial al Desarrollo, que descendió del 0,19% al 0,18% de la RNB. España, con 2,180 millones de euros destinados a esta política, continúa a la cola de Europa. Tal situación contrasta con las numerosas declaraciones del presidente en funciones, Pedro Sánchez, quien destaca a menudo el valor de la cooperación al desarrollo.

  1. Presupuestos escasos. La propuesta de Presupuestos Generales del Estado de 2019 aumentaba la AOD en solo 307 millones (alcanzando el 0,23% de la RNB), lo que fue valorado como un gesto muy alejado de la necesidad de recuperación. Además, las prioridades estaban invertidas, con una menor apuesta por la AECID y la ayuda humanitaria a favor de fondos internacionales y de cooperación financiera.
  2. No se avanza en desarrollo sostenible ni en coherencia de políticas para el desarrollo. España continúa vendiendo armas a países en conflicto y que violan derechos humanos; la ley mordaza continúa vigente; se retrasa la aprobación de una Ley de Transición Energética y Cambio Climático que contenga un capítulo de Justicia Climática Global y las diversas miradas existentes sobre la transición. Además, no se han dado pasos para regular el comportamiento exterior de las empresas españolas conforme a los derechos humanos y la sostenibilidad.

Deseos para 2020

Escribir la carta de los deseos es costumbre en estas fechas, así que ahí van los nuestros empapados de la necesidad de fortalecer la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible y la justicia global. En 2020 seguiremos exigiendo que todas las políticas públicas -sean comerciales, económicas, migratorias, de seguridad, medioambientales, etc.- contribuyan a la defensa de los derechos humanos y la protección del planeta. Esta línea de trabajo será una prioridad de la sociedad civil en los próximos años.

Además, nos marcamos como retos a alcanzar estos siete logros. Esperamos que quienes tienen que tomar las decisiones, estén a la altura.

  1. Recuperar la política de cooperación en los primeros presupuestos que se presenten con foco en la AECID, ayuda bilateral, ayuda humanitaria, EpD, género y dinamización de relación con actores.
  2. Establecer una hoja de ruta para un pacto de Estado de la cooperación con reformas, recursos y capacidades institucionales que garanticen una cooperación orientada a la igualdad de género, los derechos humanos, la sostenibilidad del planeta y la promoción de un entorno facilitador para la sociedad civil.
  3. Concretar un proceso para alcanzar el 0,5% de la RNB para Ayuda Oficial al Desarrollo como paso hacia el 0,7% con recursos de calidad y reduciendo la ayuda inflada. En las condiciones actuales no es posible alcanzar el 0,5% al final de legislatura y el 0,7% antes del 2030.
  4. Garantizar que la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y la defensa de los derechos humanos y la sostenibilidad sea el eje central de la cooperación. Asegurar especialmente que los instrumentos relacionados con la cooperación financiera y la gestión migratoria cumplan con estos objetivos.
  5. Retomar las negociaciones sobre el nuevo marco de relación de las Administraciones Públicas con las organizaciones de la sociedad civil. Que reconozca y promueva los diferentes roles de las organizaciones sociales en el desarrollo.
  6. Aprobar una estrategia de desarrollo sostenible que garantice procesos de desarrollo coherentes con los derechos humanos y la protección del planeta. Esto supone realizar cambios que permitan contar con instituciones fortalecidas para tal tarea como la AECID. También supone trabajar firmemente con las empresas para que respeten los derechos humanos, la igualdad de género y la protección del planeta. Supone también apostar por el apoyo a la sociedad civil.
  7. Reforzar el perfil y capacidades del Alto Comisionado para recuperar la esencia transformadora de los ODS y que pueda ejercer su función dinamizadora de la implementación agenda 2030 y reforzar el marco de seguimiento y revisión con un marco adecuado de indicadores, un Consejo de Desarrollo Sostenible en marcha y un  mecanismo coherencia políticas al más alto nivel.

 

One Comment

Marianella Pinella Odar.

Es necesaria la cooperción, pero de cara a un cooperación descentralizada, con enfoque de territorio para el desarrollo humano sostenible de los pueblos a luz de sus aspiraciones y con responsabilidad compartida.

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