“Las cifras constatan que el Comercio Justo va ganando presencia en nuestro país”, ha afirmado Alberto Abad, miembro de la Junta Directiva de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. El aumento de las ventas registrado en el último año ha venido de la mano de empresas que se suman a esta red desarrollando sus productos bajo el sello de Comercio Justo Fairtrade.
La alimentación sigue siendo la gran protagonista del Comercio Justo, con un 95% de las ventas. En el último año, el incremento más significativo se ha producido en el cacao y productos derivados, lo que ha situado el grupo de “azúcar y dulces” como el preferido por el público de nuestro país, generando un 63’5% de la facturación. El café, producto emblemático del Comercio Justo, aunque ha aumentado sus ventas en el último ejercicio, pierde peso porcentual en el sector, (del 37% en 2017, al 25% en 2018). Dentro de la alimentación de Comercio Justo, como novedad en 2018 se ha incorporado producto fresco (fruta). Y ha entrado con fuerza, generando en su primer año el 1’3% de las ventas del sector.
Por otro lado, entre los artículos de Comercio Justo que no son de alimentación, este año destaca el importante crecimiento del textil, cuya facturación ha superado el millón de euros. Esto se debe a la iniciativa de empresas convencionales que han empezado a elaborar artículos con algodón certificado de Comercio Justo. Ello ha propiciado que el grupo de “artesanía y textiles” mantenga su porcentaje relativo en el sector en un 3’9%. Por último, los artículos de cosmética e higiene se mantienen en un 1’1% de las ventas.
En cuanto a la distribución, los supermercados se sitúan como los principales espacios de consumo de Comercio Justo, generando el 66’5% de las ventas. Así, en el último año, aumentan la distancia respecto al llamado sector “HORECA” (hostelería, catering y restauración), que registra el 19’8% del mercado. En tercer lugar quedan los establecimientos minoristas, con apenas un 12% de las ventas (11’8%). Dentro de este grupo, se encuentran las tiendas especializadas de Comercio Justo, que no solo pierden 4 puntos porcentuales sino que también ven disminuida su facturación. Las 75 tiendas de Comercio Justo gestionadas por organizaciones miembro de la CECJ generaron solo el 6’2% de las ventas. En este sentido, Mónica Gómez, vicepresidenta de la CECJ ha explicado: “La importancia de las tiendas de Comercio Justo no debe medirse únicamente en términos económicos. Son espacios esenciales para nuestro movimiento ya que permiten la relación directa con el público consumidor y el desarrollo de iniciativas de concienciación y movilización social”. Por su parte, los otros establecimientos minoristas, como herbolarios o tiendas de productos ecológicos, también pierden cuota de mercado pero de manera menos acusada.
Pese al aumento global de las ventas, el consumo de Comercio Justo en nuestro país es diez veces menor que en Europa. En España en 2018 cada habitante gastó 1’67 euros en estos productos mientras que la media europea fue de 15’1 euros. El país europeo donde el Comercio Justo está más presente es Suiza, con un gasto medio por persona y año de más de 80 euros.
En relación a las certificaciones que avalan el cumplimiento de los principios del Comercio Justo, el 89’4% de las ventas procedió de productos que cuentan con el sello Fairtrade, la garantía de Comercio Justo más extendida a nivel mundial y en nuestro país. El resto de productos vendidos contaban con otros sellos de garantía de Comercio Justo.
El informe también analiza los impactos positivos que genera la relación comercial que mantienen las importadoras de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo con las organizaciones productoras. Así, el azúcar, el cacao y el café -las tres principales materias primas- proceden de 56 cooperativas y entidades productoras de 24 países. América Latina es la región con la que mantenemos un mayor volumen comercial, siendo Ecuador, Perú y República Dominicana los tres principales países.
El café es el producto que cuenta con una procedencia más amplia. En nuestro país podemos encontrar café de Comercio Justo cultivado por 31 organizaciones productoras de 13 países. El de mayor presencia es el de Nicaragua, seguido de Uganda y Perú. En el caso del azúcar, Ecuador y Paraguay son los dos principales países que abastecen a nuestro mercado de Comercio Justo. Y en el caso del cacao, República Dominicana.
Además de la venta y distribución de productos, las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo realizaron durante 2018 más de 2000 iniciativas concretas de concienciación y sensibilización en torno a la desigualdad y pobreza globales y la importancia del consumo responsable, en las que participaron más de 180.000 personas. En este sentido, destaca el trabajo en centros educativos, una línea de acción esencial para dichas organizaciones. En 2018, más de 20.000 estudiantes y docentes de Primaria, Secundaria y Bachillerato participaron en acciones formativas relacionadas con el Comercio Justo y el consumo responsable.
Asimismo la CECJ y varias de sus organizaciones miembro promueven y participan en campañas de denuncia y de incidencia política. “Estamos desarrollando distintas iniciativas para exigir la aplicación de una legislación internacional que obligue a las empresas multinacionales a cumplir los Derechos Humanos y garantizar la protección del medio ambiente a lo largo de toda la cadena de fabricación, dentro y fuera de nuestras fronteras”, ha explicado María Fernández, en relación a la campaña “Derechos para las personas. Obligaciones para las multinacionales” en la que participa la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.
El informe “El Comercio Justo en España 2018”, que ha contado con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, está disponible en www.comerciojusto.org.