Urgen políticas públicas coherentes contra el cambio climático, la pobreza y la desigualdad y a favor de la igualdad de género, y la política de cooperación es una de ellas.
(1) El Gobierno y el Parlamento que surjan de las elecciones generales que se celebran dentro de pocos días, junto con los nuevos Ayuntamientos y los Gobiernos de la mayoría de las Comunidades Autónomas y el propio Parlamento Europeo que renueva su composición a finales de mayo, tienen una  legislatura para poner en marcha políticas públicas responsables frente al cambio climático, la desigualdad y la pobreza, y el fomento de la equidad de género, y sentar las bases para la transición urgente y necesaria hacia un modelo de desarrollo respetuoso de todas las personas y el planeta.

(2) La Asamblea de la Coordinadora de ONGD, en la que han participado 61 organizaciones socias y entidades asociadas, y 14 Coordinadoras autonómicas, reunida el 25 de abril de 2019, quiere sumar sus voces a las de la mayoría ciudadana que está exigiendo a los responsables políticos que actúen local y globalmente para frenar la deriva en la que se encuentran los derechos humanos fundamentales, la igualdad de género, las libertades civiles, la biodiversidad y el medioambiente. Que actúen para que la respuesta a la crisis del actual modelo de desarrollo se resuelva desde la democracia radical, la solidaridad entre las personas y con el planeta, frente a una respuesta basada en la exclusión, los muros, la represión y la militarización.

(3) En este marco, la política de cooperación internacional debe jugar un doble papel de catalizador de la solidaridad internacional y la justicia social como parte de nuestra responsabilidad internacional también en la custodia de los bienes globales, por un lado. Y por otro, como instrumento clave en la implementación de la coherencia de políticas en el marco de la acción exterior del estado y también en su extensión al conjunto de las políticas públicas para que contribuyan de manera efectiva al desarrollo sostenible.

(4) Reiteramos a los partidos políticos y a las representaciones institucionales que salgan de los diferentes procesos electorales ocho demandas de la Coordinadora en materia de política de cooperación y cuatro claves cuyo desarrollo es urgente:
a. Renovar el consenso de la Cooperación como política de Estado, especialmente a la hora de promover un proceso de reformas que permita alcanzar un marco jurídico estable, necesario para su impulso.
b. Contar con los recursos necesarios y de calidad para recuperar liderazgo, y ser un socio confiable. Para ello, será necesario priorizar las instituciones especializadas – como la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) – y los instrumentos estratégicos que contribuyan, de manera efectiva, a la lucha contra la pobreza, la desigualdad y a la promoción de los bienes públicos globales.
c. Situar la Cooperación al servicio de la defensa y garantía de los derechos humanos, la ampliación del espacio cívico y democrático, la participación ciudadana, y la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible.
d. Lograr una implementación de la Agenda 2030, ambiciosa, integral y al más alto nivel de la acción de Gobierno en la que se apueste por la dimensión internacional y cosmopolita y que conecte y promueva una Ciudadanía implicada en los desafíos globales.

(5) Reafirmamos que la construcción de una verdadera una política de cooperación transformadora sólo es posible desde una lógica de coherencia con el desarrollo sostenible en todos los niveles y ámbitos y, en consecuencia, como organizaciones sociales, somos parte de otros movimientos y articulaciones ciudadanas con los que compartimos las siguientes demandas:

Manifiesto ciudadano: cuenta atrás nuestro futuro es ya
Manifiesto para una Europa sostenible y para la ciudadanía
Decálogo de propuestas electorales en materia social, derechos e inclusión de la Plataforma del Tercer Sector
Elementos clave para un desarrollo transformador de la Agenda 2030

Informe Sombra al Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica, o Convenio de Estambul.

(6) La espiral de depredación de recursos, cambio climático, vulnerabilidad, inestabilidad y cierre de espacios democráticos y cívicos nos urge ineludiblemente a repensar nuestro modelo sociedad, algo que ya están haciendo con fuerza muchos movimientos sociales tan diversos como el movimiento feminista, movimiento de jóvenes por el clima o vía campesina. Las soluciones pasan por acelerar y crear las bases institucionales y sociales para realizar una transición justa, inclusiva, ecológica y solidaria. Y para ello, nuestras sociedades deben superar la fuerte concentración de intereses que secuestran la
agenda política en detrimento de los derechos e intereses de la mayoría.

(7) Utilizando las palabras pronunciadas por Greta Tunberg en la Asamblea del Foro Mundial de Davos: “Nuestra casa está en llamas (…) Los adultos dicen: Tenemos que dar esperanzas a la próxima generación. Pero no quiero tu esperanza, ni quiero que la tengas. Quiero que entres en pánico, que sientas el miedo que yo siento todos los días, y luego quiero que actúes (…) Quiero que actúes como si tu casa estuviera en llamas, porque eso es lo que

está pasando”.
(8) Las organizaciones sociales y la ciudadanía lo estamos pidiendo, ahora es el turno de la
toma de decisiones políticas.

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