Las periodistas Caddy Abzuba y Gemma Parellada se dieron cita en un diálogo organizado por La Coordinadora, donde se reflexionó sobre la importancia de contar con rigor y en profundidad un conflicto como el de República Democrática del Congo, una de las crisis humanitarias más enconadas y complejas del mundo.

Sus miradas se cruzan en un espacio común y equidistante al mismo tiempo. La mirada profunda de Caddy Abzuba, periodista congoleña, relata en primera persona lo que sucede en el país que la vio nacer. Frente a ella, la mirada extranjera de Gemma Parellada, reportera en el África Subsahariana desde el 2006, se acerca a la realidad africana con respeto y con la conciencia de que para contar las cosas se necesita vivirlas.

Ambas conocen bien el enorme poder que los medios de comunicación tienen para retratar o deformar la realidad. Saben bien que las palabras crean hechos y que las realidades que no se nombran, no existen. La imagen que se muestra en la televisión sigue alimentando un imaginario colectivo que poco o nada tiene que ver con la realidad mundial, y así parece que en Europa la “vida es bella”, mientras en África, la pobreza, la guerra o la falta de infraestructuras son la norma.

Esta claro que “existe un problema en los medios de comunicación. Son estos mismos medios los que pueden matar y curar a la vez, pero ahora solamente matan. Por ello hay que transformarse en periodistas para la paz”. Quien pronuncia esta frase con tal conocimiento de causa es Caddy Abzuba , periodista y activista por los derechos de la mujer, la infancia y la libertad de prensa en República Democrática del Congo. Su compromiso en la denuncia de las violaciones sexuales que sufren las mujeres en el Congo desde que comenzó la guerra y su vinculación con la extracción de minerales, la ha convertido en un blanco de amenazas continuas. Amenazas que no son las mismas cuando se es extranjera y blanca. Gemma Parellada asegura que “el ser blanca le ha protegido siempre. A los periodistas externos solo nos tratan de convencer para que contemos otra versión de la historia. En cambio, la presión es más fuerte para las mujeres congoleñas y periodistas locales”

Informar desde las causas

África ocupa portadas en los periódicos de medio mundo solo cuando es protagonista de desastres naturales, de conflictos o de datos pesimistas sobre el desarrollo del continente: “El analfabetismo sobre África, es más grande que el analfabetismo en África. Los medios se inventan África, porque la fórmula utilizada en los medios occidentales es coleccionar extremos y simplificar un continente a una superficie de héroes y villanos. Cuando en realidad el 99% de la población africana son emprendedores, periodistas, etc. que se han borrado del relato, no existen”, sentencia Gemma.

En la actualidad, la noticas surgidas a golpe de emergencia reflejan una información superficial sin llegar a las verdaderas causas del problema. Y es en ese mismo momento donde surge la desinformación y se deforma una realidad como la del Congo: “No se habla de los conflictos, sus fuentes, por qué duran. La sociedad civil en occidente, no reflexiona sobre las medidas que se podrían aportar porque, por ejemplo, ignoran que el teléfono móvil que están utilizando viene de las minas de coltán que tantas víctimas está causando en Congo” advierte Caddy.

Este panorama ha hecho que florezcan iniciativas que visibilizan aquellas historias necesarias para combatir la desinformación y que construyen paz. Organizaciones como la Asociación de Mujeres de Medios de Comunicación del Este del Congo, a la que pertenece Caddy, denuncian desde el 2002 la problemática del país y en especial la situación de las mujeres. Esta red de periodistas no sólo consiguió romper la barrera informativa que existía entre el este y el oeste del Congo, sino que logró traspasar fronteras y externalizar el conflicto y lo consiguió “explicando que esta guerra implicaba a varias naciones en el mundo, a multinacionales y que no era tan solo un conflicto entre personas congoleñas”, tal como señala Adzuba.

Periodismo como herramienta para la paz

Cambiar conceptos. Cambiar mentalidades y llamar por su nombre los hechos ocurridos. Caddy recuerda que durante varios años se entendía que las violaciones ocurridas en el conflicto del Congo eran cosa del machismo o incluso algo cultural, cuando “en realidad el cuerpo de una mujer ha servido como un arma de guerra. Violar a una mujer es destruir la economía, la fuente de la familia, la comunidad a la que pertenecen”.

Con pluma , papel y micrófono en mano las “periodistas en Congo se organizaron para dar voz a las mujeres congoleñas para contar su experiencia” y derribar los mitos que se creaban en torno a las violaciones sexuales. Radio Okapi, creada por Naciones Unidas, sirvió como un camino para la reconstrucción personal de muchas mujeres: “Contar sus casos y denunciar lo que les había pasado les permitió reconstruirse a ellas mismas”, argumenta Caddy.

Fue así como estas mujeres, destrozadas por dentro, pasaban de ser víctimas a supervivientes. De supervivientes a lideresas en sus comunidades. “Hemos demostrado que mujeres totalmente destruidas han conseguido volver a la vida y convertirse en agentes de cambio. ¿Se imaginan que puede hacer una mujer así si llega al poder?, se pregunta Caddy sobre un país donde tan sólo el 3% de la representación en el poder político corresponde a las mujeres.

Los relatos predominantes

“Todo buen periodismo es periodismo de paz, pero requiere un enorme esfuerzo y voluntad de unión de fuerzas”. Para ello es necesario contar la realidad desde otro enfoque, que desgraciadamente, “no tiene cabida en los medios de comunicación actuales”, sentencia Gemma.

Si es verdad que los medios de comunicación siguen pecando de contar ciertos estereotipos sobre África, las ONGD tampoco están libres de este hecho. Según Gemma, “las organizaciones internacionales han servido para contar las realidades del sitio en el que trabajan, pero también pueden suponer un peligro y un problema cuando estas estructuras se han acabado convirtiendo en la única fuente de información”.

El especial multimedia “Sex Simbols” sobre mujeres en Congo o los premios Radi-AID Awards, que galardonan a las mejores y peores campañas humanitarias, recuerdan la necesidad de apostar por otras narrativas. Durante años, Caddy lleva viendo cómo organizaciones aterrizan en el país, hacen su proyecto y luego se van : “Las ONG contribuyen a alimentar ciertos estereotipos sobre África. Todavía tenemos que cambiar muchos clichés. No queremos comida, no queremos ropa. Lo que queremos es la paz”.

*Si te perdiste el diálogo de Caddy Abzuba y Gemma Parellada puedes ver la conferencia completa en video aquí

 

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