Intervención de Olga Calonge Algoy, vocal de Cooperación y Financiación, en el acto de presentación de la nueva Carta de Comercio Justo, un documento refrendado por más de 300 organizaciones de todo el mundo que reivindica su pertinencia ante la creciente desigualdad global y la degradación del medio ambiente. La presentación se realizó el 25 de septiembre, coincidiendo con el tercer aniversario de la firma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por parte de Naciones Unidas. En ella participaron Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, y Juan José Martínez, presidente de la Organización Mundial del Comercio Justo.

Hoy, 25 de septiembre se cumple el tercer aniversario de la aprobación de la Agenda 2030, “un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que quiere fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”.

La Coordinadora de ONG para el Desarrollo – España, junto con otras plataformas europeas, lleva desde el primer día solicitando al Gobierno español y a los líderes europeos que tomen en serio la Agenda 2030, que esta sea una realidad.

En líneas generales, son organizaciones de desarrollo quienes, en la mayoría de los países, están realizando el seguimiento del progreso y el cumplimiento de la agenda. En algunos casos, a estas se suman otras entidades de la sociedad civil. El caso español supone un modelo alternativo. Aquí, parte de este trabajo se está realizando desde una plataforma de diálogo intersectorial, Futuro en Común, en la que participan organizaciones y colectivos de distintos ámbitos.

Entre los aspectos más positivos de la agenda, me gustaría destacar su universalidad, en un mundo interconectado, en el que los problemas también se entrelazan, lograr sus objetivos depende de todas y nos afecta a todas; la centralidad y esencialidad del medioambiente: se defiende el planeta. Desarrollo y ecosistema se hermanan; la centralidad de las desigualdades, social, política, económica, de género; y la exigencia de la coherencia entre las políticas públicas. Salimos así del nicho de la cooperación para el desarrollo para abordar que todas las políticas de los Estados han de contribuir –o como mínimo, no colisionar–, al desarrollo sostenible.

La Agenda 2030 también debilidades y limitaciones. Por ejemplo, su carácter no vinculante, el que el desarrollo económico aparezca como una solución, la perdida de fuerzas de los derechos humanos o la no dotación de un marco presupuestario.

La Agenda y el Comercio Justo

El comercio justo es una palanca transformadora, al no estar relacionado con un único Objetivo de Desarrollo Sostenible sino con varios de ellos, ayudando a que se alcancen distintas metas: medio ambiente, igualdad, trabajo decente, modelos de consumo y producción sostenibles, etc.

Tanto la agenda como el comercio justo parten de un planteamiento integral del desarrollo, de la idea de que para superar la pobreza el crecimiento económico no es suficiente, sino que es necesario garantizar el desarrollo humano, el cumplimiento de los derechos laborales, fomentar la igualdad de género, sensibilizar a la ciudadanía y evitar el deterioro medioambiental. El desarrollo no consiste sólo en el desarrollo económico, sino que abarca todos los aspectos humanos, personales, sociales y ecológicos.

Además, ambos comportan una estrategia de trabajo en red. Es decir, la necesidad de crear una gran alianza global entre distintos actores para combatir la pobreza, la desigualdad y proteger los ecosistemas. La evidente interdependencia actual entre distintos lugares del planeta y entre diferentes políticas nos exige actuar de manera colectiva y multidimensional.

En la Coordinadora apostamos por un trabajo en red en el que construimos de manera colectiva bajo el lema “juntas somos más fuertes”. Queremos avanzar en una reflexión y acción compartida con otros sectores, para proponer otro desarrollo, donde las personas y el planeta sean el centro.

Desde estas convicciones y reto, hemos decido adherirnos a la nueva Carta Internacional de Comercio Justo. Además, nos ilusiona profundamente la futura incorporación de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo a la Coordinadora de ONGD. Juntas podremos multiplicar nuestra lucha por un mundo más justo, equitativo, solidario y sostenible.

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Aquí puedes leer la  Carta Internacional de Comercio Justo

 

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