- No todo es escepticismo y desde la sociedad civil se reconoce la valía del Foro Político de Alto Nivel de la ONU, al que España acude este miércoles, como oportunidad de avance en los compromisos con la agenda de sostenibilidad.
- Sin embargo, hay que mejorarlo si se quiere que la Agenda 2030 no sea papel mojado: distintas voces reclaman cambios profundos, con pautas más claras y obligatorias para los países que comparezcan ante Naciones Unidas.
Artículo de Andrés R. Amayuelas, presidente de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España, y Carlos García Paret, responsable de incidencia política en la Coordinadora publicado en El Diario.es .
Entre el 9 y el 18 de julio se está desarrollando en la sede Naciones Unidas en Nueva York el Foro Político de Alto Nivel (FPAN), que es el espacio de seguimiento y revisión voluntaria que realizan los países sobre sus progresos en la implementación de la Agenda 2030 ante el Comité Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC). Este año realizan el examen 47 países, entre ellos España, que lleva preparándose desde septiembre de 2017, teniendo esta edición el foco puesto en la «transformación hacia sociedades sostenibles y resilientes».
En este contexto, dentro del FPAN ha tenido lugar el primer foro de gobiernos locales y regionales con una amplia representación de ciudades españolas –Madrid, Barcelona o Soria–. El foro acabó con propuestas políticas de alto voltaje recogidas en la «declaración municipalista de los gobiernos locales por el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad».
La amplia presencia de entidades españolas –organizaciones sociales, gobiernos locales y autonómicos, universidad y sector privado–, tanto en la delegación del Gobierno como fuera de ella, muestra que la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible importa en nuestro país. En tiempos del cierre de fronteras e incremento de los presupuestos armamentísticos, suena a revolucionario el llegar al país del presidente Donald Trump para reafirmarse en el multilateralismo activo, cooperativo y solidario de la ONU como medio de avanzar en las respuestas que el mundo necesita.
La pregunta que ronda un Examen Voluntario es si se está avanzando o no. «El informe de progreso de los ODS de 2018 del Secretario General de la ONU pinta un panorama muy preocupante a medida que el mundo se convierte en un lugar cada vez más desigual, falta sentido de urgencia para alcanzar la Agenda 2030 y la oportunidad de incorporar al proceso de una rendición de cuentas más robusta en todos los niveles, se está disipando rápidamente», alertaba Miguel Santibañez, presidente de la Federación Internacional de Plataformas –de la que es miembro Coordinadora de ONGD– y que ha organizado junto a otras redes eventos paralelos al FPAN.
El Consejo Canadiense de Cooperación Internacional presentó un informe realizado conjuntamente con otras organizaciones internacionales en el que se analizaron los 42 países que se examinaron en 2017. «Solo un tercio de los países examinados ha rendido cuentas en su parlamento de manera previa y menos de la mitad han incorporado la visión de la sociedad civil», señalaba Fraser Reilly. Además, «se suele mostrar la parte de la botella que está medio llena, no se realiza un ejercicio honesto de cuáles son los principales desafíos que enfrentan los países en relación a la sostenibilidad, muchos países olvidan la necesidad de un enfoque de no dejar a nadie atrás, y predomina un análisis sectorializado sin una mirada más integral y transformadora» completa.
Hay casos más extremos, como el que plantea Iara Pietrovsky de la plataforma brasileña ABONG, en el que denuncia a su gobierno, que llega a Nueva York a hablar de sostenibilidad mientras vulnera derechos humanos y políticos básicos, se hunde en escándalos de corrupción y aplica drásticas medidas de austeridad. En la misma línea, una joven suiza se preguntaba «¿cómo puede mi gobierno ignorar hablar del secreto bancario y del impacto que tiene en la sostenibilidad de otros países?».
Pero no todo es escepticismo y desde la sociedad civil se reconoce la valía del Foro Político de Alto Nivel como oportunidad de avance en los compromisos con la Agenda de sostenibilidad. Pero hay que mejorarlo si se quiere que la Agenda no sea papel mojado. Por ello, distintas voces reclaman cambios profundos en este foro, con pautas más claras y, a ser posible obligatorias, para que los países comparezcan ante Naciones Unidas garantizando una información relevante y estructurada, procesos inclusivos y de país y el que exista un escrutinio sobre el resultado del mismo.
«Esta Agenda tiene que cambiar la realidad y para ello se necesita la presencia activa y vigilante de la sociedad civil», afirmaba Filomena Ruggiero de la Federación de Planificación Familiar Estatal y miembro de la plataforma Futuro en Común, que ha presentado su informe «Una Agenda 2030 transformadora para las personas y el planeta. Propuestas para la acción política» en Madrid el pasado 12 de julio.
Mientras que en muchos países la vigilancia de las acciones gubernamentales para la consecución de los ODS esta siendo liderada casi exclusivamente por ONG de desarrollo y, en los mejores de los casos, junto organizaciones ecologistas, nuestro país es referente por el esfuerzo realizado por la sociedad civil en integrarse y trabajar de manera intersectorial.
Mientras esto ocurre en la gran manzana, en Madrid, Pedro Sánchez comparecía en el Congreso de los Diputados, y se esperaba una declaración de compromiso con esta Agenda global para conseguir un país donde haya más derechos para la ciudadanía en un mundo más inclusivo, equitativo y sostenible. Es «una gran oportunidad para revertir el rumbo del planeta en la dirección adecuada de la sostenibilidad», ha dicho el presidente del Gobierno. Y es que, como afirmaba Zygmunt Bauman. «o la humanidad se da las manos para salvarnos juntos, o engrosaremos el cortejo de los que caminan rumbo al abismo».
Muy buen articulo. Gracias por la informacion!