Helena Maleno ha declarado este miércoles 10 de enero ante un tribunal en Tánger investigada por tráfico de personas por sus llamadas a Salvamento Marítimo para alertar de pateras en peligro. Tras casi dos horas de interrogatorio, el juez  ha citado a la activista para una segunda comparecencia el próximo 31 de enero una vez que haya podido estudiar la documentación presentada por su defensa.

«Ya he salido de los juzgados. He declarado con plenas garantías, el juez ha reconocido mi trabajo como ‘labor humanitaria’ y afirmado que la acusación viene plenamente por parte de la UCRIF de la Policía española», ha contado Maleno en su cuenta de Twitter poco después de salir del Tribunal. 

Francesc Mateu, vicepresidente de la Coordinadora de ONGD, viajó a la ciudad marroquí un día antes de la citación de Maleno, junto con Carles McCragh, vicepresidente de la Fundación de la Abogacía Española y Francisco Cristobal, representante de la Red Intraeclesial Migrantes con Derechos, para apoyar a la activista de derechos humanos y su labor en defensa de las personas migrantes.

La delegación española se reunió el martes 9 con el consul español al que expresaron su preocupación por la situación de hostigamiento a la que está siendo sometida la defensora de derechos humanos a raíz de una investigación policial abierta por la UCRIF central en España. Además, participaron en un acto de solidaridad en la Catedral de Tánger junto a las comunidades migrantes.

«Son unos 200 o 300 jóvenes. Han bajado del bosque. A pie. Llueve. Hace mucho frío. Al terminar, casi a las nueve de la noche, vuelven al bosque también a pie. Mojados y sin la ropa adecuada. Han bajado sólo para apoyar a Helena. Y lo han hecho dentro de la catedral porque es el único lugar donde se pueden manifestar. Fuera tienen miedo, mucho miedo. En sus ojos se ve. Son jóvenes. Mucho. Casi críos algunos de ellos. Parece un grupo de instituto. Mañana serán ellos los que intentarán saltar la valla o se meterán en una lancha de juguete para cruzar el Estrecho. Y serán ellos los que con una llamada sabremos si han sido rescatados, si han muerto o si han desaparecido. Así de duro. Por el delito de querer vivir. Mejor dicho, sobrevivir «, contaba Mateu en Facebook.

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Miriam R. Tulla

El derecho a una vida mejor no puede ser cuestionada. Es simplemente eso, un derecho y todos tenemos la obligación de defenderla.

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