Exigimos compromisos a la altura de los  complejos retos de la humanidad

Ante la ausencia de políticas públicas que garanticen los derechos humanos, el acompañamiento de las ONG es determinante para la vida de millones de personas en todo el mundo

  • Trabajamos con 35 millones de personas en 105 países en los que realizamos más de 600 proyectos de desarrollo (según datos del Informe del Sector de 2016).
  • Las organizaciones y personas con quienes trabajamos destacan la importancia del acompañamiento de la cooperación en momentos complejos en los que las políticas públicas olvidan los derechos de la ciudadanía.
  • La cooperación española tan solo alcanza un 0,21% de la RNB, un porcentaje que no se corresponde con el peso que el país pretende tener en el mundo.
  • Los Presupuestos Generales del Estado para 2018 serán una oportunidad para comprobar si el gobierno da un giro de timón y recupera esta política. Exigimos que se alcance un 0,3% en los próximos presupuestos.

El planeta afronta la peor crisis humanitaria de refugio y migración desde la II Guerra Mundial, 20 millones de personas se encuentran al borde de la hambruna, numerosos conflictos se enquistan y otros no acaban de cerrarse aún con acuerdos de paz firmados. Sin políticas integrales que enfrenten las causas de la pobreza, la desigualdad y el maltrato del planeta solo se conseguirán respuestas limitadas. La cooperación internacional es una pieza más de un complejo engranaje en el que todas las políticas deben ser coherentes entre sí para garantizar un desarrollo sostenible

La cooperación contribuye, pero no soluciona por sí sola. Contribuye sobre todo cuando cuenta con los recursos adecuados y se orienta claramente a la erradicación de la pobreza. Lamentablemente, en estos momentos, la política de cooperación española se encuentra en sus mínimos históricos  y a la cola de Europa, a pesar de la recuperación económica.

En el día de las personas cooperantes, hacemos un recorrido por cuatro regiones que afrontan diversos retos. Y lo hacemos de la mano de las organizaciones y personas con quienes trabajamos que nos recuerdan la importancia del acompañamiento internacional en situaciones de vulnerabilidad, violación de derechos humanos o ausencia de gobiernos. La cooperación internacional, nos dicen, “contribuye a tener la mirada global que requieren los desafíos actuales” –Alberto Franco, Colombia.

Centroamérica (Médicos del Mundo)

CONTEXTO. 400.000 personas procedentes de Centroamérica cruzan México cada año. El 90% vienen de Honduras, El Salvador y Guatemala: es la zona más violenta del mundo fuera de un contexto de guerra y presenta también la tasa de feminicidios más elevada. Tras el acuerdo de 2014 entre México y EEUU para el control migratorio se han incrementado exponencialmente las detenciones y deportaciones desde el primer país, que han pasado de 55.000 personas en 2011 a unas 200.000 en 2015, más de las que expulsa Estados Unidos. En 2016, 16.000 niños y niñas migrantes no acompañados fueron detenidos en México por las autoridades migratorias. Las personas que migran, además de a las detenciones, expulsiones y violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad, se exponen a toda la peligrosidad que conlleva el negocio ilegal creado alrededor de la migración: explotación, trata de personas, extorsiones  y secuestros, puesto que el tránsito se realiza por el mismo corredor que las drogas y armas controladas por el crimen organizado. Una situación que afecta especialmente a mujeres y niñas.

Andrés Cuz Mocú, representante de la Academia de la Lengua Maya y del Comité de Justicia de Alta Verapaz. “Si el Estado no tiene capacidad o intención de sacar de la pobreza a la población es muy necesario que organizaciones internacionales puedan apoyar, no para regalar nada, sino para contribuir a que la gente empiece a reaccionar”.

Dilcia Marroquín, representante de Colectiva Feminista, El Salvador. “Para nosotras es importante este tipo de asociación con organizaciones internacionales interesadas, como Médicos del Mundo, porque sólo juntas podemos lograr resultados que se sostengan en el tiempo”

Colombia (Mundubat)

CONTEXTO. El acuerdo de paz firmado por el gobierno colombiano y las FARC-EP avanza con pies de barro. Desde su firma más de 21 integrantes de las FARC-EP y familiares han sido asesinados; entre enero y junio de este año, más de 335 personas defensoras de derechos humanos sufrieron algún tipo de agresión y 51 fueron asesinadas. Los paramilitares están ocupando las zonas que las FARC-EP abandonaron tras la firma de los acuerdos. Sigue el conflicto armado con otras fuerzas insurgentes. Pueblos originarios y comunidades campesinas continúan sufriendo el desplazamiento y las transnacionales continúan la búsqueda de recursos naturales. La debilidad en la implementación exige un compromiso colectivo por la paz, la convivencia, la justicia social, la reparación y las garantías de no repetición. Queda pendiente acabar con el conflicto social y política y construir una paz verdadera.

Padre Alberto Franco. Comisión Intereclesial Justicia y Paz. “La cooperación internacional es muy importante porque genera protección para las comunidades. Que los actores violentos, paramilitares, militares y las insurgencias vean que hay una comunidad que está siendo acompañada se convierte en un importante elemento de disuasión (…) Gracias a la interacción entre personas que nos garantiza la cooperación, entendemos que los problemas son globales y exigen miradas integrales –como es el caso de las migraciones, el cambio climático o las derechos humanos (…) Hay transformaciones que solo se dan compartiendo y mirando la realidad de manera colectiva”.

Sudán del Sur (Manos Unidas)

CONTEXTO. El país más joven del planeta es también uno de los más pobres y conflictivos. Tras su independencia de Sudán en 2011, los habitantes de Sudán del Sur trataron de reconstruir un país arrasado por tres décadas de conflicto armado, pero en diciembre de 2013 estalló una nueva guerra civil y ahora, casi 4 años más tarde, las consecuencias del conflicto son devastadoras. La mitad de la población – 6 millones de personas – se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria y lo más agravante es que la situación no parece mejorar, sino que el número de personas que viven al borde de la hambruna está en aumento. La falta de protección e inseguridad alimentaria, obliga a la gente a cruzar las fronteras y Sudán del Sur se ha convertido en la crisis de refugiados de más rápido crecimiento del mundo. 3,8 millones de personas se han visto obligadas a dejar su hogar, de las cuales casi 2 millones han buscado refugio en los países vecinos, como Uganda, Kenia y Sudán.

Pau Vidal – Servicio Jesuita de Refugiados. “El apoyo de la cooperación internacional es esencial para luchar contra la falta de alimentos y para aliviar el sufrimiento psicosocial de las víctimas”. En un contexto tan complejo como el que vive Sudán del Sur es urgente “detener los combates para poder garantizar el acceso de ayuda humanitaria (…) los líderes deben entender que sin paz y estabilidad miles de personas morirán de hambre en un país rico en agricultura y recursos (…) millones de persona pasan hambre porque se han visto obligadas a abandonar sus tierras y no pueden cultivar ni alimenta a sus familias; tampoco pueden comprar alimentos básicos por la enorme subida de los precios”.

Túnez (ACPP, CIDEAL, Fundación 1º de Mayo, ISCOD)

CONTEXTO. Desde 2011, el país se encuentra inmerso en un proceso de transición a una democracia igualitaria, aún en consolidación y gravemente expuesto a atentados terroristas. Ese camino, aún no culminado, cuenta con logros importantes como la adopción de su Constitución -refrendada por la población en 2014- en la que se reconoce la igualdad entre hombres y mujeres; la retirada de las reservas a la Convención por la eliminación de cualquier forma de discriminación contra la mujer (CEDAW) en 2015; y la adopción – en julio de 2017- de una ley contra la violencia de género que ha convertido a Túnez en el primer país del mundo árabe que cuenta con una normativa sobre el tema. La sociedad civil tunecina ha jugado un papel muy importante en este proceso; las asociaciones de mujeres, de derechos humanos, las organizaciones sociales y sindicales, que ha trabajado por la igualdad de género han estado acompañadas por organizaciones de desarrollo españolas.

Salwa Kennou, Presidenta de AFTURD (Asociación de Mujeres Tunecinas para la Investigación sobre el Desarrollo).  “La colaboración con ONG internacionales nos ayuda a llevar a cabo nuestros proyectos y a inspirarnos mutuamente. Las organizaciones que trabajamos para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres  tenemos un rol importantísimo,pues nuestras acciones son experiencias piloto que podrían ser adoptadas por las instituciones públicas con las que colaboramos. A final de cuentas, debemos recordar al Estado que cumpla los compromisos que amparan las propias leyes tunecinas. Los proyectos que ejecutamos en colaboración con ONG españolas son un instrumento clave en la consecución de nuestros objetivos a favor de esta igualdad.”

Información:

Yolanda Polo (Coordinadora ONGD) yolanda.polo@coordinadoraongd.org  | 695 940 370

Celia Zafra (Médicos del Mundo) celia.zafra@medicosdelmundo.org | 629214755

Marta Isabel González (Manos Unidas) prensa@manosunidas.org  | 608 427 976

Sandra Beatriz Moreno (Mundubat)  comunicacion@mundubat.org  | 618 53 44 33

Ofelia de Felipe Vila (Fundación 1º de Mayo) ofelipe@1mayo.ccoo.es | 91 760 94 69

Alba Guitart (ACPP) tunez@acpp.com | 93 268 14 96

(Fotografía: mujeres tunecinas celebran la aprobación de la Ley contra la Violencia de Género, imagen de facetofaceafrica.com)

One Comment

BEATRIZ

ME PARECE MUY BUENO EL APOYO QUE BRINDAN LA ONG A OTRA ORGANIZACIONES PEQUEÑAS ESTE SIRVE PARA EL DESARROLLOS DE LOS PROYECTOS QUE ESTAN EJECUTANDO EN BIEN DE LOS SECTORES PRIORITARIOS

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