Discurso del Presidente de la Coordinadora, Andrés R. Amayuelas, en nuestro 30 aniversario
Somos ciento cincuenta aquí.
En este pequeño teatro de barrio
Somos ciento cincuenta
y como he tomado prestado este inicio a Víctor Jara,
junto a él me pregunto…
¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?
¡Ey! por allá arriba oigo a Galeano que le responde…
Somos un montón de gente, un mar de fueguitos…
cada uno brilla con luz propia entre todos los demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos
y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,
y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Así somos también las organizaciones de la Coordinadora,
plurales y diversas, con nuestros ritmos y colores,
brillando con luz propia entre las demás organizaciones sociales,
cada una enraizada en su mucha gente pequeña
que haciendo pequeñas cosas
puede cambiar al mundo …
Con ese afán, con ese sueño, allá por 1986
cuando España dejaba de recibir y se disponía a dar
cuatro organizaciones se juntaron para parir esta Coordinadora.
Porque cambiar el rumbo de un mundo desnortado
es la utopía que nos hace caminar desde entonces.
Sin embargo,
nos recuerda Celaya,
no vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca,
un agua que atropella sus comienzos…
Y salimos a las calles, a mostrarnos a cuerpo…
acampamos en la Castellana y en cientos de plazas y jardines
Multiplicamos los fueguitos y prendimos la llama solidaria
Porque aunque se nos olvide y no lo recordemos
somos la fuerza de la estampida,
somos el mundo patas arriba,
somos hijos de unos locos que dibujaron la salida…
somos quienes fueron tanto siendo nada.
como cantan los chicos de La Raíz.
También nos encerramos en despachos y oficinas
peleamos duro contra leyes y artículos,
planes directores y marcos de país
Nos batimos panza arriba en Consejos de Cooperación
en interminables comisiones y estrategias sectoriales
en cumbres internacionales y en foros sociales
y así fuimos hundiendo en las palabras
las huellas de los labios
para poder besar tiempos futuros anhelados
de manos contra manos
izando la igualdad.
A pesar de nuestros defectos
algunas virtudes tenemos,
somos ángeles, somos buenos,
nosotras mismas nos autolimitamos
e inventamos un código de conducta
y una herramienta de transparencia y buen gobierno
convencidas de que el fin no justifica los medios,
De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos
Con la socióloga y feminista hindú Kamla Bashin,
después de tres décadas de arduo batallar,
podemos afirmar que la Coordinadora es necesaria,
porque como ella sostiene:
sólo las cosas aptas crecerán como un árbol,
cosas que la gente sostiene y en las que cree.
Y aprovechando esta comparación con los árboles,
con Labordeta podemos cantar que
Somos como esos viejos árboles
batidos como el viento
que azota desde el mar…
Y como él continúa, afirmar que
Hemos perdido compañeros,
paisajes y esperanzas
en nuestro caminar.
En un primer momento pensaremos
en los más de dos millares de compañeras y compañeros
que perdieron su puesto de trabajo por los dolorosos ajustes
con los que esta estafa llamada crisis ha castigado al sector
Si … pero no solo … a poco que cerréis los ojos
y os dejéis llevar por la memoria
volverán los gestos, las caras, las palabras, la presencia
de esos otros amigos y amigas
que ya no están entre nosotras
pero dejaron una huella imborrable.
Permitidme mencionar a cuatro:
a Miguel Romero de ACSUR, a Maite Nuñez de ISCOD,
a Miguel Ángel Blanco de ACPP y a Eduard Soler
de la Federació Catalana de ONGD.
Permitidme también tener una palabra de denuncia
por ese heroico personal de la asistencia humanitaria
que ha muerto en hospitales bombardeados,
defendiendo los derechos humanos
y protegiendo la Tierra que nos da la vida…
Con voz firme quiero recordar
a Berta Cáceres y a Lesbia Yaneth,
en representación de las más de 185 activistas medioambientales
asesinadas el año pasado.
Acabo este doloroso recuento con el recuerdo
a nuestra compañera británica Jo Cox
asesinada por el odio xenófobo que, cual fantasma,
recorre esta vieja Europa que olvida su historia
y recibe a las personas que huyen de la guerra
con alambradas, pelotas de goma y gases lacrimógenos.
Pero seamos optimistas, miremos al futuro
con el convencimiento de que
vamos a echar nuevas raíces
por campos y veredas
para poder andar
tiempos que traigan en su entraña
esa gran utopía que es la fraternidad…
Son muchos los retos que se plantean para la Coordinadora
y para el sector en los próximos años…
ya hemos demostrado que somos
capaces de seguir haciendo mucho
con cada vez menos
y es la poeta polaca Wislawa Szymborska
la que nos advierte de que
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno o un verano.
Es una llamada a desaprendernos
y reinventarnos cada día,
a enfocarnos y comunicambiarnos
a planificarnos estratégicamente
dejando el camino social-alquitranado
porque en él se nos quedan pegadas las pezuñas
… volando libres al sol y al viento
repartiendo el amor que llevamos dentro
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos
por eso nos vamos a poner gafas moradas
para ver lo que nos rodea con un enfoque
capaz de visibilizar a ese 50% de la población
que se hace cargo de los cuidados
del hogar, de las personas, del medio ambiente…
pero que no tiene un salario equitativo
tiene más dificultades para su desarrollo personal
y sufren mayor violencia y penalidades.
Siguiendo con esta lógica
vamos a poner más atención a los problemas de la mama,
y es que el corazón de la Tierra
tiene hombres que le desgarran…
es muy anciana y sufre ataques al corazón
y sofocos por el calor que no para de crecer
no está para muchos trotes, está cansada
y nuestra huella en ella es cada vez más insostenible.
Somos Tierra, somos paz,
somos fuego, destino y verdad,
somos sangre, hermanas, amigos,
y en el tiempo andamos perdidos.
Queremos contar con todas las ideas,
propuestas y consejos a nuestro alcance:
desde los jóvenes de la organización de barrio
que sigue colaborando con el anterior párroco,
a los viejos hippies de los comités de solidaridad,
pasando por el variopinto paisanaje de las coordis autonómicas,
el bregado personal de las organizaciones singulares
o de las familias internacionales de organizaciones de cooperación,
de Educación para la Ciudadanía Global y de Ayuda Humanitaria
y es que quizás, como apunta Gioconda Belli,
El tiempo nos ha vaciado de fulgor
pero la oscuridad sigue poblada de luciérnagas
ya que al fin y al cabo somos y seremos
lo que hagamos para cambiar lo que somos.
Para construir este consenso os citamos, desde ya
a participar en el Quorum Global
que celebraremos en junio de 2018.
Si, queda mucho tiempo hasta entonces,
pero no queremos dejar a nadie atrás,
y como dicen los zapatistas,
tenemos que ir despacio porque vamos lejos.
Este mar de fueguitos que somos la Coordinadora
está conformado por personas y por organizaciones
esta utopía no anda si no la empujamos entre todos y todas
momento es de dar gracias a quien habéis sido,
a quienes ahora sois y … a quienes en el futuro serán.
Agradecimiento especial a quienes han pasado por la Junta de Gobierno
y han sabido dejar su sombrero en el perchero de la entrada
para ponerse el sombrero del sector.
Somos una voz entre todos esas fueguitos.
A ellos nos sumamos, nos multiplicamos con ellas.
Seguiremos siendo eco, voz somos y seremos.
Somos reflexión y grito. Siempre lo seremos.
Y agradecimiento también al Equipo Técnico
que está, pero que no se le ve
que laboran día a día… e incluso por la noche
que son los brazos, oídos, boca y pies de la Coordinadora.
Perdón os pido por no haber escrito un discurso
a la altura de la celebración o del auditorio
y haber echado mano de poetas, escritoras y cantantes
que con mucho más acierto que este individuo que os habla
amasaron las castellanas palabras para construir versos
y reflexiones que nos ayuden a recordar, contar y cantar
lo que sentimos o lo que nos golpea.
Voy finalizando con otro verso y una invitación…
El verso es de una sabia vecina
de este barrio de Lavapiés
la entrañable Gloria Fuertes
nacida a escasas calles de aquí
que sonriendo sentenciaba que
Si todos los políticos se hicieran poetas,
vendría la paz.
Y es que como explica Francisco
los movimientos populares, somos sembradores de cambio,
promotores de un proceso en el que confluyen
millones de acciones grandes y pequeñas
encadenadas creativamente, como en una poesía;
por eso nos llama “poetas sociales”
y nos enumera algunas tareas imprescindibles
para marchar hacia una alternativa humana
frente a la globalización de la indiferencia:
Uno… poner la economía al servicio de los pueblos;
Dos… construir la paz y la justicia y
Tres… defender la Madre Tierra.
A los que yo, en un plano más interno añado:
Cuatro… ser valientes denunciando las causas de la pobreza y la desigualdad
Cinco… mantener la integridad y la coherencia ante una realidad líquida
Seis… perder el miedo a la juventud y a la incertidumbre ante el cambio y
Siete… recargarnos de energía sostenible para caminar hacia la utopía.
Y acabo ya con la invitación,
a que entonemos una canción…
una que habla de esperanza,
de caminar juntos
de unir los hombros para avanzar,
y de levantar la vista
para poder ver esa tierra
donde ponga libertad.
Me siento orgullosa de vosotros y desde Africa os digo Adelante que Dios bendiga vuestro esfuerzo.