En la región de Cuscatlán –Cabañas CERAI está trabajando junto a la Fundación para la Cooperación y el Desarrollo Comunal de El Salvador (CORDES) en un proyecto financiado por la Unión Europea y cofinanciado por la Diputación Provincial de Valencia cuyo objetivo es realizar una transición hacia las prácticas agroecológicas.
El proceso de transición agroecológica y de diversificación de la producción agrícola por parte de los productores salvadoreños, fundamentalmente de granos básicos (maíz y frijol), se está llevando a cabo mediante la aplicación de técnicas agroecológicas en los cultivos de granos básicos y la implantación de huertos familiares.
Uno de los principales problemas de la agricultura en El Salvador es que el cultivo convencional de los granos básicos a pequeña escala no resulta rentable. Los insumos químicos agrícolas son caros, las familias se ven obligadas a endeudarse y los precios de la producción son bajos, además de que la comercialización se realiza a través de intermediarios. No obstante, las familias siguen cultivando granos básicos porque aseguran su alimentación durante todo el año.
Mediante el proyecto de transformación agroecológica se pretende fortalecer el desarrollo económico, social y ambiental agroecológico con la participación de pequeños agricultores de la Microrregión Cuscatlán-Cabañas, constituida por los municipios de Suchitoto, Tenancingo, Cinquera, Tejutepeque y Jutiapa. Se pretende consolidar un modelo agroecológico productivo y comercial.
El proceso para la transición agroecológica ha empezado con la realización de formaciones teórico-prácticas a través de las Escuelas de Campo (ECAs), cuya metodología consiste en seleccionar una parcela de un agricultor y llevar a cabo reuniones, capacitaciones sobre técnicas agroecológicas, demostraciones de método e intercambio de experiencias.
Con el proyecto se han implementado además 125 huertos familiares, con una superficie media de 400 m2, en los cuales se cultiva tomate, pimiento, chile, repollo, pepino, rábano, güisquil, pipián, sandía, melón, ayote, hierbabuena y cilantro. De esta manera se diversifica la producción de granos básicos, haciendo más variada la dieta familiar.
Entre las técnicas agroecológicas empleadas destaca el uso de biofertilizantes (abonos orgánicos), caldo bordeles elaborado a base de cobre (se usa como fungicida, acaricida y repelente contra algunos insectos) y caldo sulfocálcico (potente fungicida e insecticida que mejora las defensas de las plantas).
Un elemento importante del proyecto es el fortalecimiento del papel de la mujer en las organizaciones comunales y el impulso al ejercicio de sus derechos a la participación, a la alimentación, a la educación, a la salud, a la toma de decisiones en diferentes espacios como los organismos comunales y municipales.
El proyecto está mostrando resultados en el plano de la comercialización, dado que los productores están acudiendo a los mercados locales y a las ferias productivas para vender los excedentes de la producción. Con ello se está mejorando la renta familiar.
El proyecto también ha encontrado algunas dificultades para su implementación, principalmente por la falta de semillas criollas hortícolas y por la pérdida de los conocimientos sobre su manejo y conservación. No obstante, se ha recurrido a la organización local RAIS (Rescate Ancestral Indígena Salvadoreño) y la ARDM (Asociación de Reconstrucción y Desarrollo Municipal) de Cinquera para poder obtener capacitación en técnicas de manejo, reproducción y conservación de semillas criollas y elaboración de bancos de semillas.
El objetivo final es que una vez finalizado el proyecto, con todo lo aprendido, los agricultores puedan continuar cultivando sus huertos y granos básicos desde un enfoque agroecológico.
Más información
Revista AE nº24, de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) (Páginas 40-41, Sección Cooperación Internacional)