Artículo publicado originalmente en Planeta Futuro (El País) el 24 de junio de 2016.
Sea cual sea el resultado de las elecciones del domingo, hay que garantizar un cambio de rumbo con una nueva Ley de Cooperación y Desarrollo Sostenible
La Política de Cooperación que queremos
Se puede garantizar un cambio de rumbo si hay voluntad política. Desde la Coordinadora de ONGD hemos elaborado un documento con 10 medidas que garantizarían ese giro de timón. La Política de Cooperación que queremos propone una nueva Ley de Cooperación y Desarrollo Sostenible que dé estabilidad y proyección a esta política. El documento alerta sobre la importancia de avanzar en la implementación de la Agenda 2030 y de definir una arquitectura institucional que priorice esta cuestión al más alto nivel. Urge a garantizar un mayor compromiso con los recursos destinados a cooperación, con fuentes tradicionales y nuevas fuentes de financiación, para salir del pelotón de cola del club de donantes —0,13% RNB en 2015— y alcanzar la media europea en 2020 —0,4% RNB—. Y demanda que se cuente con la voz y experiencia de las organizaciones de la sociedad civil.
El decálogo no se olvida de cuestiones cruciales como la necesidad de mejorar laAyuda Humanitaria —bajo mínimos en un momento de graves crisis humanitarias—. Destaca también el importante papel de la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global o las cuestiones de género. Y llama a mejorar los mecanismos de cumplimiento de los derechos humanos y de estándares laborales, fiscales y ambientales internacionales por parte del sector privado, especialmente las empresas del IBEX35.
Somos, junto a Suecia, la sociedad que más apoya el papel de nuestro país en la solidaridad y el desarrollo
Voluntad política y responsabilidad ciudadana
Desde mediados de 2015, Polétika, una herramienta de vigilancia ciudadana 2.0., analiza qué dicen los programas electorales en cuestiones prioritarias para la ciudadanía. Una de las políticas analizadas es la cooperación. Tras el estudio detallado de las medidas que presentan los partidos políticos, el resultado arroja tres suspensos y ningún sobresaliente.
En contraste, la sociedad española ha sido mucho más responsable que unos políticos cada vez más centrados en otro tipo de intereses y cálculos cortoplacistas. De hecho, durante la crisis las personas no han dejado de colaborar con las ONG de desarrollo en todo tipo de causas. Recientemente, Andrés Amayuelas, presidente de la Coordinadora, recordaba que la responsabilidad de la ciudadanía española está muy por encima de la de sus representantes políticos: “Somos, junto a Suecia, la sociedad que más apoya el papel de nuestro país en la solidaridad y el desarrollo internacional y, sin embargo, los recortes nos han dejado en el pelotón de cola de la ayuda”.
Nuestro país tiene la responsabilidad de poner en marcha los importantes acuerdos firmados por la comunidad internacional en 2015
Decía Gioconda Belli que la solidaridad es la ternura de los pueblos, ciertamente es la expresión más noble y responsable que podemos ofrecer como sociedad. La ciudadanía nos exige estar a la altura. Confiamos en que los representantes políticos que salgan de las urnas no lo olviden.
Marco Gordillo es vocal de Incidencia Política de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo
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