7 de abril de 2016. Ante la vergonzosa e inhumana respuesta de la Unión Europea frente a la crisis de migración y refugio más grave desde la Segunda Guerra Mundial, respuesta que incumple con los principios del Derecho Internacional Humanitario, la Coordinadora de ONGD reunida en la Asamblea General (con la participación de 59 ONGD y 14 Coordinadoras Autonómicas), nos dirigimos a la Ciudadanía, al Gobierno del Estado y a la Comisión Europea
CONSIDERANDO QUE:
- Casi 60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares huyendo de conflictos, graves violaciones de los derechos humanos y niveles gravísimos de miseria
- Las mujeres y las niñas se encuentran en una situación especialmente vulnerable porque, en este viaje sin rumbo, se ven expuestas a la explotación sexual, a la violencia y al riesgo de trata, al igual que las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad, como personas con discapacidad y personas mayores.
- El Mediterráneo se ha convertido en una fosa común en la que el año pasado perdieron la vida 3.735 personassegún ACNUR; en lo que va de 2016, casi 450 han muerto en sus aguas.
- Europa incumple reiterada y flagrantemente la legislación internacional, y la suya propia, en materia de derechos humanos y refugio. Europa está dinamitando sus valores fundacionales y, con ellos, el propio proyecto europeo.
- El acuerdo alcanzado por la UE, en septiembre, para garantizar la distribución de 120.000 personas refugiadas nunca se ha llevado a cabo. De las 17.000 que deberían haber llegado a España, sólo 18 han sido acogidas en nuestro país.
- Nuestras fronteras se blindan con alambradas que impiden el ejercicio del derecho al asilo de miles de personas. Macedonia ha lanzado gases lacrimógenos a las personas refugiadas en la frontera; en Inglaterra, se han pintado las casas que ocupaban quienes solicitan asilo; se han confiscado bienes de las familias en Alemania, Suiza o Dinamarca; unos 10.000 niños y niñas están en paradero desconocido; se militarizan las fronteras e incluso se establecen buques de la OTAN en el Mediterráneo para controlar los flujos migratorios.
- El acuerdo alcanzado por Turquía y la UE para realizar devoluciones masivas en caliente –puestas en marcha por España- ya ha sido calificado por la propia ONU como “ilegales” y totalmente contrarias a la Convención Europea de Derechos Humanos. Es la gota que colma el vaso de una Europa irresponsable que olvida su supuesta esencia solidaria y respetuosa de los DDHH e incluso –y esto es gravísimo- su historia más reciente en la que medidas similares derivaron en tiempos infames.
- Tales medidas están provocando que las personas opten por vías muy inseguras en las que las mafias hacen su agosto impunemente a costa de los derechos humanos; en este trayecto, la vulnerabilidad es extrema, especialmente en el caso de las mujeres y de las niñas que sufren una mayor violencia y acoso.
Ante una realidad así NOS REBELAMOS. El cinismo de la Unión Europea es intolerable y debe tener consecuencias legales inmediatas.
NO QUEREMOS SER CÓMPLICES de una Europa que viola sistemáticamente los derechos humanos y tira por la borda sus derechos fundacionales. Y lo hacemos junto a otras muchas organizaciones, movimientos sociales y personas que exigen un urgente y radical cambio de timón que asegure que los derechos de las personas son garantizados.
EXIGIMOS
A la UE, a los Estados miembro y a España que:
- Cumplan sus propias leyes y los acuerdos internacionales a los que están comprometidos; especialmente, la Convención de Ginebra y la Convención Europea de Derechos Humanos.
- Respeten el Derecho Internacional Humanitario y los protocolos adicionales a la Convención de Ginebra para limitar el sufrimiento engendrado por la guerra y mitigar sus efectos. El respeto y la aplicación de este derecho es la vía más efectiva para garantizar la supervivencia de los valores de la humanidad y, a menudo, simplemente para salvar y proteger vidas humanas.
- Habiliten vías seguras y legales, y programas de reasentamiento en los que se garantice la protección, la dignidad de las personas y sus derechos humanos, especialmente de las mujeres, las niñas y las personas en situación de mayor vulnerabilidad.
- Garanticen la solicitud de asilo en embajadas y consulados de terceros países, la concesión de visados humanitarios y unas condiciones de acogida dignas.
- Diseñen un nuevo Sistema Europeo de Asilo que supere las concepciones y visiones actuales y estudie ampliar el concepto de persona refugiada.
- No utilicen bajo ningún concepto los argumentos de seguridad o defensa para justificar medidas injustificables.
- Garanticen una política exterior común orientada a la resolución de conflictos y al fomento de la cultura de paz.
- Incrementen los fondos para ayuda humanitaria y ayuda al desarrollo, priorizando a los países que acogen a mayor número de personas refugiadas, especialmente, a los países con menos capacidades. No utilizar los fondos de cooperación internacional como compensación o incentivo al control de fronteras ni destinarlos a la atención de personas solicitantes de asilo y refugio en Europa. La atención de estas personas debe garantizarse con fondos específicos, suficientes y sostenidos en el tiempo. En particular, incremento de fondos para asistencia a las poblaciones desplazadas dentro de los países de origen.
- Que se establezcan medidas para la lucha contra las mafias y el tráfico de personas
A los medios de comunicación:
- Que cumplan con su deber social y expliquen con rigor las causas de los movimientos migratorios, así como la extrema vulnerabilidad en la que se encuentras las personas refugiadas y desplazadas; que denuncien las consecuencias de decisiones políticas como las que se están llevando a cabo; que combatan los peligrosos discursos xenófobos que se están generando; y permitan que las personas afectadas cuenten sus propias historias.
CONVOCAMOS
- A una unión activa, vigilante y permanente de los movimientos sociales, organizaciones, instituciones y personas que se oponen tajantemente a la deriva de Europa. Las consecuencias de no hacerlo pueden ser gravísimas para el futuro inmediato de toda la humanidad.
- A una resistencia activa ante las leyes ilegales (tal como las califica la ONU) que atentan gravísimamente contra los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
- A la denuncia ante las instancias competentes de tales violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
- A sostener una acción coordinada y decidida para contrarrestar los discursos y posiciones xenófobas, promoviendo una cultura de defensa de los Derechos Humanos y de la acogida a través de cuantos medios y estrategias estén en mano de cada actor social con capacidad de influencia y de incidencia.