La ONG admite que existen mecanismos legales en España para facilitar el acceso al fármaco más barato a los pacientes de hepatitis C.

  • En España la hepatitis C causa una mortalidad elevada: más de 3.000 personas al año, es decir, más de 10 personas al día.
  • Los hepatólogos reclaman que el tratamiento llegue a unos 30.000 enfermos que lo necesitan.

Farmamundi, como ONG defensora del derecho a la salud, quiere mostrar su apoyo a los enfermos de hepatitis C, ante los problemas de acceso a los medicamentos que actualmente están atravesando. El medicamento Sovaldi® (a base de sofosbuvir), que se usa para tratar la enfermedad, resulta ser muy efectivo pero muy caro. Tiene una curación espectacular, de casi el 90%. Por ello, entendemos que ahora es el fármaco que urge a los pacientes y que cumple con los requisitos de calidad, seguridad y efectividad necesarios.

La hepatitis C es una enfermedad vírica, poco conocida para el gran público y padecida por muchos enfermos sin saberlo. Una enfermedad silenciosa, que sale a la luz tras 20 o 30 años del contacto inicial con el virus y que presenta síntomas difusos como cansancio o malestar general, pero evoluciona en muchos casos hacia situaciones graves como cirrosis hepática o cáncer de hígado. En España causa una mortalidad elevada: más de 3.000 personas al año, esto es, más de 10 personas al día. Por ello, desde Farmamundi creemos que los enfermos deben de tener acceso a este medicamento lo antes posible e instamos al Ministerio de Sanidad a que negocie rápidamente con el laboratorio de EEUU Gilead para que abarate el precio de Sovaldi® antes de que más personas fallezcan sin opción a un tratamiento que se sabe eficaz.

Mecanismos legales

España tiene mecanismos legales –la emisión de una licencia obligatoria– para saltarse la patente y acceder a los fármacos a precios más baratos. Emitir una licencia obligatoria es un procedimiento “legal» que permitiría a España fabricar estos fármacos como producto genérico a precio menor. El mecanismo para saltarse la patente está reconocido por los convenios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) [art. 31 del Acuerdo sobre los derechos de la propiedad intelectual relacionados con el comercio, ADPIC], firmados por nuestro país, y tipificado en la propia ley española de patentes (art.90), que señala cuestiones de “salud pública” como una de las razones para emitir licencias obligatorias.

En este sentido, pedimos al Gobierno que escuche las peticiones de los pacientes y de los médicos que los atienden. Y si considera que España no dispone de fondos suficientes para afrontar los gastos de estos nuevos tratamientos, o que son demasiado elevados, que ponga en marcha estos mecanismos como han hecho en los últimos años países como Italia, Canadá o EEUU.

El procedimiento para la licencia obligatoria consistiría en adjudicarla a un laboratorio español para que fabrique este fármaco al precio al que le salgan los costes y sólo para el mercado interno. El titular de esa patente seguiría siendo esa empresa (en este caso Gilead) y habría que pagarle una pequeña cantidad en royalties sobre el precio de venta.

En España no hay precedentes de licencias obligatorias de fármacos, entre otras cosas porque la regulación de patentes también es reciente en el ámbito farmacéutico.

Historia del Sovaldi®

Sovaldi® se aprobó por la Agencia Estadounidense (FDA) en diciembre de 2013 y en enero de 2014 por la Agencia Europea del Medicamento. En España no estuvo disponible hasta octubre. Entonces ya hubo discusión entre el Ministerio y el laboratorio a la hora de fijar el precio. En EEUU, por ejemplo, se vendía a un precio de unos 84.000 dólares, mientras que en Europa cuando se empezó a vender estaba en unos 60.000 euros por tratamiento.

En nuestro país, el ministerio de Sanidad ha anunciado un precio de 25.000 euros, y un techo de gasto –novedosa fórmula- de 125 M€ para toda España. Pero Sanidad ha reconocido que el medicamento sólo alcanzará a 5.000-7.000 pacientes, cuando los hepatólogos reclaman que llegue a unos 30.000 enfermos.

Farmamundi entiende que el Ejecutivo debe negociar y exigir una bajada de precios. Como pasó en Colombia, donde tras amenazar con la expedición de una licencia obligatoria, el Gobierno del país latinoamericano consiguió rebajar de 4.000 a 1.000 euros el precio del antirretroviral Kaletra. En 2014, un Tribunal Administrativo sancionó al laboratorio que lo comercializaba, Abbott, por vender ese medicamento en el país por encima del precio máximo permitido.

Desde Farmamundi llevamos denunciando desde hace años que un tercio de la población mundial, más de 2.000 millones de personas, carecen de acceso a los medicamentos básicos, a los 350 esenciales que proclama la Organización Mundial de la Salud. ¿Sovaldi® es uno de ellos? Creemos que sí, pues es la diferencia entre la vida y la muerte.

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