Según datos de la UNESCO, en el mundo hay 774 millones de adultos que no saben leer y escribir; de los cuales, 495 millones son mujeres en condición de analfabetismo. Cifra persistentemente elevada y que no ha mejorado desde 1990.
De los 57 millones de niños sin escolarizar, 36 millones, son niñas. Factores como las actitudes machistas de la sociedad y la pobreza entre las causas que las llevan al abandono o la exclusión.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Alfabetización el 8 de septiembre, la ONG de Desarrollo InteRed, recuerda que no saber leer y escribir es el principal indicador de exclusión y desigualdad; aún hay personas, principalmente, niñas y mujeres adultas que no pueden acceder a su derecho de aprender a leer y escribir. Al ritmo actual, si no se realizan progresos, se estima que para el 2015, el número de adultos analfabetos será de unos 743 millones de personas; y habrá todavía 15 millones de niñas y 10 millones de niños que no podrán ir a la escuela.
La alfabetización es un derecho que ayuda a reducir la pobreza, aumenta las oportunidades económicas, la autonomía de las mujeres, fomenta la participación en la vida pública, la conciencia de la propia valía y mejora las perspectivas de vida de las personas y su dignidad.
Mujeres y niñas constituyen el 70% de la población mundial que están bajo los umbrales de la pobreza, y sus condiciones de exclusión, están directamente relacionadas con la discriminación de género, donde las más afectadas son niñas y mujeres indígenas de zonas rurales. Esta situación menoscaba sus derechos, restándoles oportunidades y haciendo patente que para lograr un desarrollo sostenible las políticas de género son necesarias para garantizar los derechos de las mujeres.
Las causas del analfabetismo en el mundo son muy diversas: las actitudes machistas que llevan a la desigualdad entre los sexos por la posición de las mujeres y niñas en la sociedad, las zonas rurales alejadas de los centros escolares, la pobreza de las familias, hablar una lengua minoritaria, etc
Dado que terminar la escuela primaria no es una garantía de la alfabetización, la calidad de la educación durante la infancia es de vital relevancia para la educación de jóvenes y adultos; en torno al 77% de los jóvenes son incapaces de leer y comprender una oración. Estos jóvenes que fueron sólo durante unos pocos años o no fueron a la escuela, engrosarán las filas de adultos analfabetos. La UNESCO, considera que los niños y niñas necesitan pasar al menos cinco o seis años en la escuela para alfabetizarse y preservar su alfabetización en la edad adulta.
InteRed, trabaja, entre otros proyectos, en Bolivia, cofinanciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en educación básica gratuita, de calidad e inclusiva, especialmente niñas y mujeres indígenas de zonas rurales en 14 municipios con 85 centros de educación formal y 4 centro de educación alternativa. El 60% de la población escolar con la que se trabaja en este convenio es de origen indígena: guaraní (Chuquisaca), aymara y quéchua (La Paz y Cochabamba)
Se han dado progresos en alfabetización en Bolivia, pasando la tasa de analfabetismo del 13,28% en 2001; al 3, 59% en 2014