Mujeres campesinas en República Dominicana: Derechos y realidades
Es necesaria la adopción de políticas públicas que mejoren el ejercicio de los derechos de las mujeres sobre la tierra, ya sea a través de programas de reforma de la tenencia o del mejoramiento de la disponibilidad de recursos financieros que les permita a las mujeres acceder a este recurso que es fundamental para su desempeño económico y para el mejoramiento de sus condiciones de vida.
La Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (CONAMUCA), se fundó en 1986 y cuenta con unas 10.000 afiliadas de unas 150 asociaciones y 15 federaciones en toda la República Dominicana. Tiene como prioridad mejorar las condiciones de vida, posición y condición de comunidades campesinas, especialmente de las mujeres. Desde su nacimiento, han participado activamente en los movimientos de lucha por la tierra, en el desarrollo de la producción agropecuaria y en la incidencia para la adopción de políticas públicas que mejoren los derechos de las mujeres.
La reforma agraria dominicana de 1997 eliminó las restricciones de las mujeres para acceder a la tierra, aunque actualmente sigue encontrando una serie de condicionamientos sociales, culturales y económicos que les impiden el buen ejercicio de sus derechos tanto como productoras, como ciudadanas, para acceder, usar y ser capaces de controlar los recursos.
Un estudio sobre la equidad de género en la tenencia de la tierra y la reforma agraria en República Dominicana, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), concluye que:
- En los últimos 10 años, se ha visto drásticamente disminuido el dinero público destinado al sector agropecuario en el país, pasando del 15.3% al 2.3%, mientras que han aumentado las licencias de importación de los alimentos. Este hecho evidencia un bajo compromiso con este sector, creando una mayor dependencia exterior respecto a la alimentación.
- Se ha dado un acaparamiento de la tierra. La mayor parte de la tierra la han concentrado consorcios extranjeros en especial los sectores mineros, turísticos, canchas de golf, transnacionales de la alimentación y para la producción de etanol, además de latifundistas tradicionales. Históricamente se ha dado una alta concentración de la tierra en pocas manos, el 2% de la población tiene el control del 55 % de las tierras agrícolas.
- La pobreza se ha agudizado en las últimas décadas en el campo.
- Las campesinas han perdido la reserva de semillas.
- Se han perdido los mercados locales que estaban en manos de las productoras y productores de alimentos.
- Hay un limitado acceso a la tierra por los tradicionales obstáculos sociales y económicos que restringen el derecho de las campesinas.
- Las campesinas no han logrado superar la pobreza por la falta de incentivo a la producción, tecnología, créditos, tierras y mejora de los suelos.
- No hay garantía en los servicios públicos en el campo, tales como salud, viviendas, agua potable y transporte, entre otros.
CONAMUCA ve la necesidad de una reforma agraria integral, con un nuevo código agrario que sea una expresión de los derechos humanos, económicos y sociales de la mujer campesina, que conviertan al campo dominicano en una fuente generadora de riqueza alimentaria y que sea procurador de equidad social y de género.
Mediante la unificación de las mujeres y a través de la educación, la concienciación y la incidencia política, pretenden combatir la ideología machista persistente en las zonas rurales.