El fotógrafo de moda húngaro Norbert Baksa ha realizado una sesión de fotos titulada “Der Migrant”, en la que una modelo simula cruzar las vallas como si fuera una refugiada siria”. ¿Nos suena? Aparentemente llegamos bastante tarde. Nuestra intención no es hacer ruido, ni recuperar un asunto lamentable, sino trasladaros unas reflexiones, que desde la Comisión hemos trabajado, a propósito de esta noticia de principios de octubre con fuerte repercusión mediática y en redes sociales.

Somos conscientes que no tenemos ninguna potestad sancionadora a un asunto “ajeno” a las ONGD de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, pero sí reaccionamos ante la frivolidad del sufrimiento humano. Además, no podemos ignorar el contexto donde se enmarca, así como sus terribles consecuencias: un conflicto armado, una población refugiada y una cuestionada comunidad internacional.

Sabemos que el autor es un fotógrafo de moda motivado por sus propias intenciones, que utiliza la técnica denominada shooting para atraer la atención del público hacia un problema actual a través de impactantes imágenes e instalaciones.

Desde la Comisión, consideramos que existe una visión frívola del sufrimiento humano a consecuencia de un conflicto armado y una situación de vulnerabilidad de millones de personas. En esta línea, detectamos una banalización de una crisis humanitaria. Es un ejemplo claro de tragedia humana llevada al espectáculo y encima en formato de anuncio publicitario.

Nos cuestionamos dónde están los límites de la libertad de expresión. Por eso, velamos por unos códigos éticos del lenguaje visual y audiovisual que deberían difundirse a todos los actores involucrados en el mundo de la imagen, la comunicación y el audiovisual, sea información, entretenimiento, publicidad, ficción y documental.

n segundo lugar, aplaudimos el papel de algunos medios de comunicación generalistas españoles por adoptar un posicionamiento crítico. También la opinión pública, por medio de las redes sociales, ha asumido un papel activo y reactivo, consiguiendo dos cuestiones: la presión social deseada, en estos casos; y la desaparición de las fotografías publicadas.

Formulamos la siguiente pregunta: ¿qué factor convierte en noticia: las fotografías o el revuelo en las redes sociales?

Somos conscientes que parte de la ciudadanía está muy sensibilizada por la población refugiada. Por eso, no podemos perder de vista la reflexión en torno a si la opinión pública está realmente preparada para descodificar las imágenes o interpretar el mismo mensaje que el propuesto por el autor. Un tema tan delicado y llevado a este extremo frívolo, ya descrito anteriormente, se merece una explicación pedagógica.

El problema, a nuestro entender, es que estamos insensibilizados ante miles de imágenes. Imágenes que responden a personas con nombres y apellidos. Imágenes tomadas en un lugar y contexto. Imágenes que suelen responder más a los efectos y las consecuencias que a las causas. Pero las tragamos y no nos atragantamos. Se digieren y se olvidan.

Fuente noticia: http://www.elmundo.es/yodona/2015/10/06/56138e17e2704ed3198b457d.html

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